Falleció el poeta Alfonso Camín

Alfonso Camín, nombrado recientemente poeta de Asturias por las instituciones de gobierno regional, falleció en la mañana de ayer, en su casa de Porceyo (Gijón), justamente el día que cumplía 92 años y cuatro meses de edad. La mujer que cogió el teléfono en la tarde de ayer, respondió, al ser consultada por este periódico sobre la causa de su muerte, que "a Camín le llegó su hora por la avanzada edad que tenía; en realidad, viene muriendo poco a poco desde hace algún tiempo".

El poeta Alfonso Camín residía, enfermo y sin apenas recursos económicos, en su casa de Poreceyo después de una dilatada vida bohemia y literariamente prolífica. En octubre del año pasado la diputación provincial, el consejo regional, la fundación del Principado de Asturias, la delegación provincial de Cultura y el Ayuntamiento de Gijón le rindieron un homenaje que junto con una ayuda económica y una pensión vitalicia llevó aparejado el nombramiento de poeta de Asturias "por su labor de exaltación y de divulgación de los valores de nuestra región".

Camín es considerado como uno de los precursores de la poesía afro-antillana, en la que destacó posteriormente Nicolás Gillén. El crítico Federico Onís ve en él al liquidador del Modernismo, que se encontraba en plena decadencia después de la muerte de Rubén Darío.

El poeta es valorado por los críticos más ecuánimes como desigual, en cuya obra destacan algunas creaciones muy valiosas.

Pocos días después de nacer, en un barrio de la aldea de Roces (Gijón), Camín protagonizó la primera peripecia anunciadora de su azarosa vida: los padrinos que le llevaban a la iglesia para impartirle el bautismo riñeron por el camino y dejaron abandonado al recién nacido en un prado, de donde fue recogido por un labrador. Camín, después de varias estancias en La Habana y México, regresó definitivamente a España en 1967 con la esperanza de vender fácilmente su ingente obra.