Un documento de Murillo ha permitido la reconstrucción de su casa museo

La Casa Museo de Bartolomé Esteban Murillo, fue inaugurada ayer en Sevilla, con lo que culminan los actos conmemorativos del tricentenario del pintor. La circunstancia de que existe un detallado documento del propio Murillo, en el que describe todas y cada una de sus pertenencias, ha permitido la reconstrucción minuciosa de su mundo, su vivienda y su entorno cotidiano. Paralelamente han dado fin las últimas intervenciones de especialistas en el simposio dedicado a la obra del artista sevillano.

La ministra de Cultura, Soledad Becerril, presidió ayer el acto de inauguración oficial de la Casa-Museo de Bartolomé Esteban Murillo, en la calle de Santa Teresa del sevillano barrio de Santa Cruz, donde transcurrieron los últimos años de su vida. De esta forma culminan los actos conmemorativos del tricentenario de la muerte del pintor, al que se ha dedicado, asimismo, un simposio internacional en la capital andaluza. Emilio Gómez Piñol pronunció anoche la conferencia de clausura sobre el tema Murillo e Hispanoamérica.Aun deprisa y corriendo la casa-museo pudo ser inaugurada pocos días después de la fecha inicialmente prevista. Siguiendo técnicas ya utilizadas en instalaciones semejantes, la restauración de la vivienda y la puesta en marcha del museo, tratan de insertar la obra del pintor en su entorno físico más inmediato. "Frente a la frialdad del museo, en que los cuadros se alinean, en la Casa los objetos, pinturas y tapices forman ambientes complejos, escenarios poéticos que rememoran otros tiempos de nuestra historia", explican Fernando Mendoza y Antonio Pérez Escolano, los dos expertos sevillanos que han dirigido las obras.

Con esta pretensión de recrear la historia y homenajear a Murillo, la casa-museo intenta ser una síntesis de todas las que habitó en vida y, en consecuencia, su reconstrucción ha tratado de ser sumamente minuciosa en objetos y detalles, lo que ha obligado previamente a una rigurosa investigación histórica del equipo que dirige Mendoza. Junto a los detalles domésticos e íntimos, la recreación del ambiente andaluz de la época, con fuerte influencia de la tradición mudéjar, ha sido otro elemento diferenciador del trabajo realizado.

Inventario reconstruido

Esta labor ha sido posible gracias al hallazgo, por parte de Diego Angulo, del inventario de los bienes de Bartolomé Esteban Murillo en el momento de su defunción, tras la desgraciada caída de un andamio mientras pintaba un cuadro de Santa Catalina para el convento de los capuchinos de Cádiz.Se trata de un documento extenso y muy interesante que milimetra las pertenencias del artista y refleja hasta el estado de conservación de las distintas dependencias.

La idea de los restauradores es que el montaje actual y el futuro acabado de la casa-museo cuide al máximo la adquisición de muebles de época o, en su defecto, su reproducción fiel por artesanos solventes, la localización de objetos menores -como canastos, cuna o costurero- capaces de hacer recordar el ambiente vital de Murillo.

De manera especial de subraya la oportunidad de buscar en el norte de Africa las alfombras, cortinajes y zócalos que reflejen el ambiente orientalizante que el inventario de Angulo atribuye a la casa en la que murió el artista.

En lo que se refiere al simposio, han participado en sus trabajos alrededor de doscientas personas, que han seguido con atención las ponencias presentadas por relevantes especialistas en la vida, obra y época murillesca, si bien cabe reseñar que la mayor parte de las mismas se refieren más bien al contexto histórico que al propio pintor, destacando la presencia de Murillo en las fiestas barrocas de Sevilla, los precedentes iconográficos de su obra y sus repercusiones en la vida artística de Madrid o Cádiz en el siglo XIX, entre otros aspectos. Los profesores anglosajones Wethei, Brown y Kinkead han desarrollado temas sobre los contemporáneos de Murillo, Alonso Cano, Zurbarán y Valdés Leal. Además del simposio se han celebrado varios conciertos.