El pintor Josep Renau se recupera de una crisis cardiaca en un hospital de Berlín Oriental

El pintor valenciano Josep Renau se encuentra internado en un centro hospitalario de Berlín Oriental, donde se recupera de una crisis cardiaca producida por el marcapasos que le ha sido colocado semanas atrás, según informaron fuentes familiares a este diario. El delicado estado de salud en el que se encuentra ha sido motivado por el rechazo de su organismo al marcapasos. Con todo, no es preocupante, ya que sólo está en fase de observación clínica.

Renau siempre ha desafiado al paso del tiempo, a sus 76 años, con una ininterrumpida actividad creativa y constante presencia social en actos culturales, lo que le permite disfrutar de una increíble vitalidad.

Este percance en su buen estado de salud le sobreviene a Renau cuando estaba haciendo sus maletas para regresar a Valencia, su tierra natal, donde la fundación que lleva su nombre y el Ayuntamiento de Manises (Valencia) están ultimando su casa-taller en esta última ciudad. El pintor proyecta seguir creando y ubicar adecuadamente su producción artística.

Según manifestaban estas fuentes, Renau cree que sólo se encuentra ingresado para efectuar una de las periódicas revisiones clínicas a las que se somete en Berlín Oriental por su avanzada edad. Por ello quiere abandonar cuanto antes el hospital y cumplir su compromiso de regresar definitivamente a España antes de finalizar el año.

Perteneciente al Partido Comunista de España desde 1931, Renau debió abandonar el país, siendo director general de Bellas Artes, a raíz de la guerra civil, para fijar su residencia en la República Democrática Alemana en 1958, después de pasar veinte años, junto con otros exiliados republicanos, en México.

Defensa del Prado

Figura clave de las vanguardias culturales y políticas de los años treinta, en España ha teorizado sobre su trabajo en una extensa bibliografía, de la que destaca Función social del cartel (Fernando Torres, editor), La batalla per una nova cultura (Eliseu Climent, editor) y The american way of life (Gustavo Gil¡). Su última aportación bibliográfica ha sido, por ahora, un ensayo sobre la defensa de la pinacoteca del Museo del Prado entre 1936 y 1939.Por otra parte, su biografía está jalonada de continuas aportaciones a la cultura española, tales como la decisión de elegir a Picasso y su Guernica como representante español en la Exposición Internacional de París de 1937.

Cuando el Guernica quedó instalado definitivamente en el Casón del Buen Retiro, Renau manifestó que era el fin de una pesadilla que había durado 45 años. "Se trata de un fenómeno histórico, un fenómeno único en la historia universal del arte, y tiene una universalidad y una españolidad casi imposible de conciliar. No es la mejor pintura de nuestro siglo, sino mucho más".

El Gobierno español recuperó su figura auspiciando una exposición antológica en 1978, para favorecer la recuperación del exilio cultural. En su futura residencia en Valencia, donde ha pasado largas temporadas en los últimos años, pretende zanjar definitivamente esta deuda con el exilio republicano.