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Dubcek creyó que los servicios secretos de EE UU le engañaban, cuando le advirtieron que la URSS iba a invadir Checoslovaquia

Los servicios secretos norteamericanos advirtieron en agosto de 1968, al dirigente comunista Alexander Dubcek sobre los preparativos de una invasión de Checoslovaquia por fuerzas de los países del Pacto de Varsovia, según informó ayer el diario de Bonn Die Welt, basado en el testimonio de un agente secreto de la República Federal de Alemania que intervino en la operación. El agente, de 48 años, fue condenado a cadena perpetua, al ser descubierto en la RDA a finales de 1968, y el 1 de octubre de 1981 fue canjeado por Günter Guillaume, el espía que provocó la caída del canciller Willy Brandt.

La historia, que parece sacada de una pelícua de espías, está relatada en el diario derechista de Botín Die Welt, que mantiene estrechos contactos con los servicios secretos de la RFA.Los servicios secretos norteamericanos recibieron informaciones sobre los planes de invasión de Checoslovaquia y se acordó advertir al hombre de la primavera de Praga, Dubcek, que no dio crédito a 161 informes. Dubcek consideró que el material recibido era "de extraordinaria calidad, pero una falsificación de los occidentales".

Los norteamericanos recibieron la información en la central de Francfort (RFA), el 20 de julio de 1968, de que en Berlín Este se habían reunido los dirigentes del Pacto de Varsovia, con excepción de Checoslovaquia y Rumanía. En la reunión de Berlín Este se acordó la invasión, y el lema central de las discusiones fue: "Cuando las armas de la crítica fracasan, tienen que intervenir las armas como crítica".

El agente alemán, que ahora relata la historia a Die Welt, estaba de vacaciones en Holanda, y fue advertido por el sistema de radio marina de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), por ondas cortas.

Un mensaje cifrado

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El agente recibió el mensaje cifrado: "Uno, uno, cinco. Llame inmediatamente al jefe".

Aquella misma noche, el agente federal alemán aterrizó en el aeropuerto militar norteamericano de Francfort, donde recibió un equipo fotográfico especial, un automóvil, documentos falsos a nombre de un ciudadano holandés, Willem Tonge, y "material auxiliar para el caso de un enfrentamiento con el enemigo".

El agente atravesó la autopista entre la RFA y Berlín en compa-fiía de una mujer, que trabaja también para los servicios secretos. En un aparcamiento se cambió por un doble, que le dejó un coche soviético marca Volga, y ocupó su puesto. El agente de la RAF siguió hacia Berlín Este vestido de oficial del Ejército Popular de la RDA, mientras el doble cruzaba el puesto de control hacia Berlín Oeste con la acompañante.

En Berlín Este, el agente de la RFA se encontró con un oficial soviético del Estado Mayor, que le facilitó todos los documentos sobre la reunión del 20 de julio. Durante varias horas, los documentos fueron fotografiados por triplicado con tres cámaras diferentes preparadas especialmente para el trabajo.

Con el material en su poder el agente consiguió regresar a Occidente por el mismo sistema del cambio de coches en la autopista entre la RFA y Berlín. El material fotográfico viajó escondido en un compartimiento especial del automóvil, que sólo se podía abrir ante una determinada cifra de revoluciones por minuto del coche.

Por este camino, según el relato de Die Welt, llegó el material a manos de Estados Unidos, que luego decidió informar a Dubcek.

El agente de la RFA fue descubierto, meses más tarde, en la RDA y condenado a cadena perpetua, hasta su canjedpor el espía Guillaume, el pasado mes de octubre, después de trece afíos de cárcel. El oficial soviético que facilitó los documentos y su mujer, jefa del departamento de cifrado de las fuerzas soviéticas en la RDA, viven actualmente en Estados Unidos. Agentes occidentales consiguieron sacarlos ilegalmente.

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