Representaciones del mejor teatro peninsular pasan por las Jornadas Municipales de Avilés

La compañía de teatro Laboratorio, de Faro (Portugal), que representará la obra El rei D. Sebastião, cerrará mañana las IV Jornadas Municipales de Teatro de Avilés, consideradas por público y organizadores como la más importante muestra que se realiza en Asturias desde hace varios años. Entre 1.000 y 3.000 personas la cifra depende de si la representación se hace en local cerrado o al aire libre asisten a diario a los espectáculos. El mejor teatro que se hace actualmente en la península está pasando por la región asturiana de la mano de Els Joglars, José Luis Gómez, Magüi Mira, Margen, Gayo Vallecano, Adefesio, Mari-Gaila, Teatro de la Ribera, Teatro Fronterizo y el citado grupo portugués.

La antigua pista de la exposición de Avilés, lugar donde se representan la mayor parte de las obras, ha quedado todos los días pequeña ante la fuerte demanda de entradas. Su aforo, de 1.000 personas, llegó a preocupar a los organizadores a raíz de unos incidentes surgidos el pasado día 9, en que actuaba el grupo catalán Els Joglars. Tres personas fueron detenidas por tirar las taquillas e intentar irrumpir en el local por la fuerza al comprobar que ya no quedaban localidades.Estos leves sucesos quedaron totalmente mitigados por el éxito del grupo con su último montaje, Olympic man movement, su movimiento del hombre olímpico, un espectáculo sobre el fascismo que, según ellos mismos confiesan, ha surgido por necesidad.

Olympic man movement presenta una nueva concepción de la vida, vinculada a las formas deportivas y a los hombres que la protagonizan. Lo importante es competir. Los vencedores serán elevados, en ese "nuevo Movimiento", a los puestos más altos de la vida social. Los valores estrictamente intelectuales son despreciados, a no ser que vayan acompañados de valores físicos.

El título del montaje, en inglés también guarda relación con el deporte porque "de alguna manera, el lenguaje deportivo es el inglés y nosotros reivindicamos en la obra un único idioma, que es una forma de despersonalizar las distintas culturas. Despersonalizar es mucho más fácil y, en definitiva, el fascismo tiende a lo fácil", declaran dos de los interesantes del grupo.

El rito y la peripecia

La nueva sociedad del Olimpyc man es una vieja conocida de aquellos que vivieron la guerra civil española, la posguerra, los que sufrieron a Hitler o Mussollini y de todos los que buscan una superraza basada en la disciplina, en el orden, en la moral y en la higiene.José Luis Gómez y su Edipo rey, de Sófocles, en versión de Agustín García Calvo, fue otro de los triunfadores de estas IV Jornadas de Teatro. Unas 3.000 personas se concentraron en la plaza del Ayuntamiento de Avilés para reencontrarse con la tragedia griega. Para José Luis Gómez, la tragedia "se nos revela hoy difícil y compleja, porque relaciona muy diversos planos en una síntesis natural. Lo humano y lo sagrado, el rito y la peripecia, la utilización de las leyendas conocidas y su ejemplar transpatencia política, la noción de lo trágico como sentimiento y como forma, son elementos intuibles e incluso comprensibles para nosotros, pero no tan fácilmente transponibles".

La Noche de Molly Bloom, adaptación del último capítulo de la novela Ulises, de James Joyce, representada por el grupo catalán de Magüi Mira, fue otra de las vedettes del programa. Se trata de una historia tremendamente humana y desolada, aunque salpicada de esperanza. Una mujer sola en la madrugada, aferrada a sus deseos, sus pensamientos, sus frustraciones y, en definitiva, sus fantasmas, es interpretada por Magüi Mira magistralmente.

Teatro asturiano

Esta importante muestra en la que sólo participa un grupo asturiano, Margen, coincide con un momento de decepción debido, sobre todo, a la actitud adoptada por el consejero de Cultura, el socialista Antonio Masip, ante la próxima creación del Instituto de on Teatro. El proyecto de creación del citado instituto fue presentado, por vez primera, al cónsejero de Cultura del entonces Gobierno preautonómico, Atanasio Corte Sapico, quien se mostró interesado en llevarlo adelante. Su sustituto en el cargo, Rodrigo Artime, agilizó los trámites para su creación, y en febrero de este año se aprobó su constitución.El instituto, que, según todas las previsiones, iba a comenzar a funcionar durante el curso 1982-1983, en Gijón, e incluso ya se había preparado la normativa de convocatoria para cubrir la plaza de director, quedó nuevamente en proyecto con el cambio de Rodrigo Artime por Antonio Masip, quien paralizó los últimos trámites.