El tratamiento de las zonas incendiadas dificulta su recuperación

Con ser graves los efectos producidos por los incendios forestales, no lo son tanto como los derivados del tratamiento posterior que los organismos competentes dan a las áreas afectadas, afirma el ecólogo Ramón Grande del Brío. Una zona incendiada puede conseguir su recuperación ecológica en un plazo de diez años si se deja el terreno en libertad. En cambio, con el tratamiento que da Icona a determinados espacios, la degradación es profunda, incluso en zonas circundantes. Esta situación se produce a consecuencia del empleo de maquinaria pesada.En apoyo de tales criterios, Ramón Grande del Brío resalta actuaciones que se desarrollan actualmente en el organismo del Ministerio de Agricultura en provincias como Salamanca y Zamora, en contraste con el tratamiento que se aplica en otros países. "Un incendio forestal", afirma el señor Grande del Brío, "supone un hecho cuya relevancia ecológica es menor que las repoblaciones forestales efectuadas según los criterios empleados en la actualidad". Añade que mientras el incendio sólo afecta a la cobertura vegetal y ecológica, que progresivamente recobra su colonización, el tratamiento con maquinaria pesada supone "una degeneración profunda del ecosistema". La actuación que realiza Icona lo que logra es "agravar verdaderamente los efectos de los incendios".

También llama la atención el ecólogo en relación con "el tremendo impacto que sobre el ecosistema está teniendo el aterrazado de los montes mediante maquinaria pesada, con efectos que suelen ser prácticamente irreversibles". Entre otras consecuencias, ese proceso produce el factor de geometrización del espacio fisico, que da origen a una situación nueva. Este tipo de aterrazamientos, destinados a la repoblación forestal, ha sido denunciado repetidas veces por grupos ecologistas de toda la península y, últimamente, por Adenex, asociación para la defensa ecológica de Extremadura. La necesidad de que la Administración realice estudios antes de actuar en espacios diferenciados o de proceder a roturaciones la considera imprescindible para evitar la destrucción de la herencia de siglos el ecólogo Ramón Grande, creador de le etiología semiológica.