El Ballet de Cuba interpreta a Shakespeare en Cataluña
Alicia Alonso y el Ballet Nacional de Cuba el pasado martes, con gran éxito, en los jardines del casino de Perelada (Gerona), donde interpretaron motivos de Shakespeare y una leyenda de origen africano, entre otras piezas. El conjunto cubano realiza actualmente una gira europea. Esta es la cuarta vez que visita España. La última fue en 1979. Están previstas unas veinticinco actuaciones en nuestro país. En días pasados el Ballet Nacional de Cuba actuó en Vigo, Valencia, Santiago y La Coruña. Hoy lo hará en Sitges. En Madrid, el Ballet Nacional de Cuba actuará durante los días 24 al 29 de agosto, en el teatro Monumental.
El programa presentado anteanoche por el Ballet Nacional de Cuba incluía un total de seis piezas, de temáticas diferenciadas, que van desde la representación del drama shakespeariano de Otelo a la escenificación de una leyenda de origen afrocubano: El río y el bosque. En el conjunto de las piezas destaca Tarde en la fiesta, evocación de una tarde cubana de principios de siglo. Cuatro hermanas, cuyos nombres evocan cuatro caracteres diferenciados -Consuelo, Soledad, Lupe y Esperanza- evolucionan al compás de la música de Ernesto Lecuona. Tarnbién es de destacar la acogida fervorosa que tuvo el tercer movimiento (Hacia las nubes) de Rara Avis, composición sobre temas musicales de Haendel y Marcello. Fue precisamente la actuación de la pieza de la bailarina Clotilde Peón el momento en que el público demostró mayor interés por el espectáculo. Aparte, por supuesto, de la actuación de la propia Alicia Alonso.
Una Onette perfecta
La directora general y primera bailarina absoluta del Ballet Nacional de Cuba ocupó el escenario en último lugar. Interpretó el paso a dos del segundo acto del Lago de los cisnes, de Chaikowski. En él se narra el momento en que Onette, reina de los cisnes, cuenta su historia al príncipe Sigfrido, en un diálogo de amor. Este movimiento está considerado como sintetizador de las más perfectas esencias del clasicismo en la danza. La puesta en escena de la pieza es del coreógrafo ruso Leon Ivanov. Alicia Alonso interpretó a una Onette perfecta, que no dejaba traslucir la merma que sufre, desde hace años, en su visión. El papel del príncipe Sigfrido fue interpretado con pulcra exactitud por Jorge. Esquivel, primera figura del Ballet.El Ballet de Alicia Alonso actúa desde 1948. En 1955 pasó a ser, por deseo expreso de la bailarina y de su equipo, Ballet de Cuba. A partir de 1959, su denominación pasó a ser Ballet Nacional de Cuba. Con el triunfo de la revolución castrista ha sido presentado al exterior como embajada cultural del Gobierno revolucionario de La Habana.
La composición actual del Ballet es de 120 bailarines, distribuidos en varios grupos. Su actual gira por España se realiza con 60 componentes del mismo.
