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Normalizada la circulación de camiones españoles por el puesto fronterizo de La Junquera

Ayer se reanudó el tráfico de camiones por el puesto fronterizo de La Junquera, que se había visto interrumpido durante el pasado fin de semana a causa de la campaña denominada de la sonrisa amarilla, puesta en marcha por los viticultores franceses. En medios agrarios del sur de Francia se considera que los viticultores han perdido esta primera batalla de la guerra que matienen con el Gobierno de París, ya que las dos jornadas han tenido menos eco del previsto, en parte debido también al grave accidente de circulación en el que murieron las de 50 personas. Mientras tanto, los horticultores del Rosellón han amenazado con iniciar los ataques a los camiones que transporten frutas y verduras españolas.

La normalidad en la frontera de La Junquera tan solo se vio alterada ayer por el constante paso de turismos en dirección a España que se ha visto incrementado en relación con otros años, según medios - oficiales, y por el inicio de la marcha de los camiones que habían permanecido estacionados en las cercanías de la frontera durante el sábado y el domingo pasados. Por otro lado, la normalidad fue también la tónica dominante en las carreteras y autopistas de los cuatro departamentos del Midi francés, en los que los viticultores habían realizado la campaña de la sonrisa amarilla.Durante el pasado sábado las autoridades españolas no permitieron el tránsito de camiones por este puesto fronterizo, y tan solo a última hora se levantó esta prohibición debido a las protestas de los camioneros. El domingo transcurrió con normalidad, ya que los viticultores no tomaron los peajes de las autopistas y muchos camioneros permanecieron en la frontera debido a las tasas que hay que pagar ese día para circular por las autopistas galas.

Según medios agrarios del sur de Francia, la transcendencia que ha tenido esta campaña ha sido menor de la prevista y ha supuesto la pérdida de una batalla en la guerra que los viticultores sostienen con el Gobierno socialista francés. La citada pugna está provocada por los grandes excedentes de vino de mala calidad que tienen en su poder los viticultores del país vecino, y que de no mediar circunstancias climatológicas desfavorables aumentarán considerablemente cuando, dentro de un mes, comience la recogida de la cosecha que este año se presenta muy buena.

Excedentes de vino

Por otro lado, los viticultores del país vecino no están muy acuerdo con el nuevo reglamento para este producto que ha sido aprobado por la Comunidad Económica Europea, ya que estiman que los aspectos que más les benefician no llegaran a cumplirse, a pesar de las promesas de la ministra Cressón. Los cultivadores de viñedo franceses también temen la entrada de España en el Mercado Común, que provocará un aumento de los excedentes de este producto y, sobre todo, porque "el vino español es de mejor calidad que el nuestro" según manifestaciones de uno de los representantes de los viticultores que facilitaban degustaciones gratuitas de este producto en los puestos de peaje.Sin embargo, esta guerra hay que inscribirla dentro de una más amplia que mantiene todo el sector agrario contra su Gobierno y que, según todas las previsiones, irá aumentando en dureza a medida que pasen los meses. Recientemente el Gobierno adelantó en varios meses la asamblea anual del campo francés con el fin de que se celebrara en una época más tranquila. Esta convocatoria terminó en un fracaso para las dos partes y los miembros de las organizaciones agrarias amenazaron ya con movilizaciones.

Esta situación va incidir directamente sobre: el transporte de productos agrícolas españoles durante este mes, ya que como viene siendo habitual durante los últimos años, los agricultores de Francia han elegido como modo de presión el ataque a los camiones españoles.

Algunas organizaciones del departamento del Rosellón ya han amenazado con atacar los camiones que transporten frutas y hortalizas españolas durante los próximos días, ya que las importaciones de estos productos españoles están provocando una baja muy acusada de sus mismos productos.

Volverán los ataques

Fuentes del sector agrario y de los medios informativos de este departamento han coincidido en afirmar que es previsible que a lo largo de este mes se produzcan ataques a los camiones españoles, en caso de que continuen pasando por las carreteras y autopistas de esta región. Todo ello puede provocar un descenso de las exportaciones durante la actual campaña que hasta ahora se presentaba excelente.Así, hasta el 25 de julio se habían exportado 116.497 toneladas de pera limonera, 11.850 de melocotón, 22.600 toneladas de albaricoque y 14.600 toneladas de ciruelas. Aunque las cantidades han sido similares a la de años pasados, los precios han sido hasta un 30% y un 40% superiores.

Mientras tanto, una parte de las cámaras agrarias españolas continúa con su campaña de boicot al consumo de productos franceses en respuesta a los ataques a nuestros camiones. Los agricultores galos, por su parte, se han hecho eco de esta campaña y, así, los Jóvenes Agricultores han enviado una carta de protesta a su promotor Fernado Sanz Pastor, presidente de la Cámara Agraria de Murcia y hasta ahora consejero de transporte del órgano preautonómico asturiano.

Por otro lado, un grupo de agricultores salmantinos continúa con su pretensión de detener los camiones franceses que circulen en dirección a Portugal a su paso por esta provincia. En respuesta a esta actitud, un autodenominado Comité de Horticultores de Perpiñán ha indicado que por cada camión francés que sea atacado ellos quemarán diez españoles.

Este grupo es el que ha reivindicado la colocación de una bomba en un transformador eléctrico de la estación de ferrocarril de Le Boulou, cerca de Perpiñán, y era desconocido hasta el momento, en medios agrarios del sur del país vecino.

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