Los aliados europeos proyectan un misil Crucero sin cabeza nuclear
Los aliados europeos proyectan la fabricación de sus propios misiles Crucero dotados de cabezas no nucleares, para anular la superioridad comúnmente atribuida por los estrategas occidentales a la Unión Soviética y a sus aliados del Pacto de Varsovia en el sector de armas convencionales.
Según el semanario germano-occidental Der Spiegel, en sus últimas reuniones celebradas en Bruselas y Roma los directores de armamento de la OTAN encargaron dos estudios sobre ese plan, uno técnico y otro militar, cuyos resultados se discutirán este otoño.En el Independent European Program Group, en el que están representados los franceses -que no forman parte, sin embargo, de la estructura militar integrada de la OTAN-, Londres y París ofrecieron a Bonn la posibilidad de colaborar en ese proyecto. En este organismo no están representados norteamericanos ni canadienses, que son miembros de la Alianza Atlántica.
Washington desearía, según propusieron sus representantes en la última Conferencia de Directores Nacionales de Armamento (CNAD) -en la que, por el contrario, no participa Francia-, que los nuevos misiles Crucero se fabricasen bajo licencia norteamericana. París se inclina por un producto netamente europeo.
Poco parece importarles a los franceses el encarecimiento de los costes que ello supondría, ya que en los sistemas electrónicos de dirección y búsqueda los norteamericanos llevan años de ventaja a los europeos.
Lo que más entusiasma a los militares de los misiles Crucero planeados por los europeos es su precisión, ya que con un peso de 1,1 toneladas son capaces de alcanzar un blanco a quinientos o seiscientos kilómetros de distancia y con un margen máximo de error de treinta metros.
Contra blancos fijos
Ese tipo de misiles se podrá utilizar sobre todo contra blancos fijos: estaciones, aeropuertos, depósitos de municiones y otros lugares normalmente bien protegidos por sistemas antiaéreos, lo que convierte en un riesgo excesivo el empleo de bombarderos pilotados.El misil proyectado encaja perfectamente, según los estrategas, con el nuevo concepto norteamericano del extended battlefield (campo de batalla ampliado), que establece que hay que tratar de detener el primer avance del enemigo mientras se ataca simultáneamente la retaguardia para evitar la llegada de refuerzos.
Un difícil problema, que puede entorpecer las actuales negociaciones de desarme y control de armamentos, es la práctica imposibilidad de detectar si un misil Crucero atacante va dotado de cabeza nuclear o simplemente convencional, lo que exigiría continuas inspecciones sobre el terreno, algo que rechazan los militares de ambos bloques.
