El Gobierno vasco recupera en una exposición doscientos años de la historia de Euskadi
Dar a conocer la historia reciente de Euskadi, ignorada también por la inmensa mayoría del pueblo vasco, es el objetivo de la exposición Euskadi: Doscientos años de historia, organizada por el Gobierno vasco en una iniciativa de la que no existen precedentes. La divulgación de este pasado reciente, al que no han tenido acceso las generaciones surgidas tras la guerra civil, responde a una necesidad íntima del hombre vasco de hoy, que no ha tenido con qué sustituir aquellas referencias de lo vasco aprendidas en los libros de historia del franquismo.
La convicción de la falsedad de la historia oficial ha corrido paralela, en las últimas décadas, al resurgir de un movimiento creciente que busca establecer la identidad del pueblo vasco y hacerse cargo de un pasado inmediato que ha sido obviado, distorsionado o mal contado. Un vacío que han pretendido llenar, al compás del resurgir del movimiento nacionalista, numerosos autores con trabajos dirigidos en muchos casos a explicar, más que el pasado, los antecedentes de unos acontecimientos puntuales cuya comprensión desbordaba en ocasiones a los propios políticos. El recurso a la historia ha sido, por otra parte, profusamente utilizado en los medios políticos como el gran argumento final que autentificaba la justicia o certeza de los postulados.La exposición audiovisual Doscientos años de historia, que se presenta en el Museo de San Telmo de San Sebastián, ha sido elaborada por un amplio equipo de historiadores siguiendo un criterio aglutinante y no excluyente, donde entran en convulsión el campo y la ciudad, el movimiento obrero y el nacionalismo. En palabras del director de Museos del ejecutivo autónomo, Aingeru Zabala, la exposición es, sobre todo, una introspección histórica que posee fines de divulgación y que desde luego no pretende descartar todas las demás historias. La exposición está dotada de montajes audiovisuales que ambientan y testimonian un relato lógico en el tiempo representado en paneles explicativos, fáciles de entender y apoyados en grabados, fotografías, gráficos, mapas, maquetas y objetos de época. Los textos, bilingües, han sido tratados con un lenguaje fluido y accesible, atendiendo a ese objetivo prioritario de divulgación que se han marcado los responsables de esta muestra, en cuya elaboración han intervenido cerca de un centenar de personas. El trabajo de preparación de esta exposición, que consta de unos trescientos paneles, más de setecientas fotografías y setenta gráficos y mapas, ha durado algo más de un año, en gran parte por las dificultades con que se ha tropezado a la hora de localizar unos materiales en buena medida celosamente guardados. La lectura de los textos de los paneles, la visualización de las películas y la audición de las cintas precisan un tiempo superior a la hora y media, algo más de lo que hubiesen preferido los responsables del Departamento de Cultura del Gobierno vasco, a quienes preocupa especialmente la reacción del visitante escolar. Este departamento repartirá en los centros escolares documentos y material didáctico para animar a profesores y alumnos a estudiar esta historia y a visitar la exposición, que será trasladada a las otras dos capitales de la comunidad autónoma antes de volver a San Sebastián.
Como complemento de la muestra que será recogida en video y transcrita en un libro, el Departamento de Cultura del Gobierno vasco organiza un ciclo de conferencias y audiciones musicales. La exposición, que marca toda una política a desarrollar en este campo por el Ejecutivo autónomo, será trasladada a Cataluña y Galicia, atendiendo las peticiones realizadas en tal sentido por los distintos organismos de estas nacionalidades.
Babelia
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