La 'cumbre' advierte a Estados Unidos sobre la actual 'guerra comercial'

Los países europeos miembros de la CEE lanzaron ayer una moderada advertencia a Estados Unidos para que se vuelva atrás de su decisión de prohibir el uso de patentes norteamericanas en la construcción del gaseoducto siberiano, acepte negociar los gravámenes sobre las importaciones de acero procedentes de los diez y haga lo necesario para resolver el problema de su déficit presupuestario, de tan funestas consecuencias para los tipos de interés y la economía mundial.Los jefes de Gobierno y de Estado de los países de la Comunidad Económica Europea (CEE), reunidos en Bruselas, discutieron ampliamente sobre la guerra comercial desencadenada por la Administración Reagan, pero las duras declaraciones verbales quedaron suavizadas a la hora de reflejarlas en un comunicado final. Los diez esperan aún que Washington recapacite y, aunque han iniciado ya su línea de defensa en el seno de GATT, no han querido, a la hora de la verdad, lanzar una declaración conjunta que pudiera exacerbar los ánimos de la Administración norteamericana, especialmente cuando, la dimisión de Alexander Haig parece indicar que el endurecimiento de Estados Unidos no es circunstancial.

Los debates en el seno de la cumbre fueron, sin embargo, agitados. El presidente francés, François Mitterrand, propuso un texto más duro, en el que especialmente se amenazaba a Washington con la supresión pura y simple de las reuniones de los siete grandes -países industriales-, dado que Estados Unidos no parece dispuesto a respetar los compromisos a los que se llegó en la que tuvo lugar hace un mes en Versalles. Finalmente, los diez se limitaron a afirmar que el respeto de las líneas políticas aprobadas en dicha reunión de Versalles "va en interés de la economía mundial".

Algo más duros fueron a la hora de valorar las recientes decisiones unilaterales de Estados Unidos: el mantenimiento de un sistema de comercio abierto quedará gravemente comprometido por decisiones unilaterales de efecto retroactivo, que afectan al comercio internacional, por tentativas de ejercer una competencia jurídica extraterritorial y por medidas que impiden la realización de contratos existentes. Todos estos hechos "podrían comprometer negativamente las relaciones con Estados Unidos". Los diez piden a Washington la apertura urgente de un diálogo real y eficaz y le advierten que Europa está dispuesta a defender vigorosamente sus intereses legítimos, especialmente en el GATT.

En su declaración verbal, el presidente de turno del Consejo Europeo, el primer ministro belga, Wilfried Martens, explicó que es inaceptable que Estados Unidos adopte unilateralmente medidas que afectan directamente los intereses europeos y que el diálogo entre: Norteamérica y Europa parecía haberse convertido en los últimos días en un monólogo de Washington".