España se reintera al CERN, después de 14 años de ausencia

Después de catorce años de ausencia, España vuelve a la Comisión Europea de Investigaciones Nucleares (CERN), de la que se retiró en 1968 por razones financieras. Su primer ingreso data del año 1961, y su actual reintegración de cuerpo entero dependerá de la aprobación del Parlamento español.

El CERN, está consagrado a la investigación fundamental, con el objeto de explorar la estructura de base de la materia y aplicar los descubrimientos a la innovación tecnológica: "¿Existen los constituyentes últimos e indivisibles de la materia? ¿Cuáles son las propiedades y las fuerzas que se activan entre ellos?". Estas interrogantes, aparentemente simples en su formulación, constituyen la razón de ser del organismo.Esta ambiciosa aventura científica tiene un elevado coste. Las contribuciones más importantes (fijadas de acuerdo al producto nacional bruto de cada país) proceden de la República Federal de Alemania (25%), Francia (21,7%), Reino Unido (14,13%) e Italia (12,73%). El resto de los países contribuyentes son Austria, Bélgica, Dinamarca, Grecia, Holanda, Noruega, Suecia y Suiza.

España participará con un 7% del presupuesto, que para el año 1982 se eleva a 644 millones de francos suizos (34.000 millones de pesetas aproximadamente), habiéndosele acordado, sin embargo, un período transitorio de seis años antes de que deba pagar íntegramente la cuota que le corresponde.

Sólo un organismo como este, basado en la colaboración internacional, puede, por sus elevados costes y la necesidad de múltiples cerebros científicos, desarrollar, construir y explotar este proceso de penetración cada vez más profundo en el microcosmos, que necesita de gigantescas instalaciones, como es el caso de los aceleradores y anillos de almacenamiento de partículas, así como, entre otras centenas de elementos, de un complejo material de detección.

El CERN, a caballo de una de las fronteras franco-ginebrinas presenta un aspecto o panorámica de ciencia-ficción. Su instalación más grande, en funcionamiento desde hace algunos años, es un acelerador subterráneo de protones que tiene la forma de un anillo de 6,5 kilómetros de circunferencia, donde se producen colisiones entre la materia y la antimateria (entre protones y antiprotones), a lo que hay que agregar, en lo que constituye un salto gigantesco, la actual construcción de un acelerador (le veintisiete kilómetros de diámetro. Se trata de un nuevo proyecto, denominado Lep, que prevé la aceleración y la colisión de electrones y de positones.

El CERN ocupa más de 3.500 personas, sin contar 2.300 investigadores procedentes de 140 universidades y laboratorios nacionales que se van rotando, de acuerdo a los trabajos programados.