Felipe González y escritores españoles discuten la política cultural socialista del futuro
"Hoy es más revolucionaria la movilización del mundo de la cultura, que el esquema clásico de confrontación de clases sociales", dijo ayer Felipe González, en el transcurso de un almuerzo celebrado en un hotel madrileño tras la reunión que los dirigentes culturales del PSOE celebraron con un grupo de escritores para discutir la futura política cultural socialista. La reunión, que forma parte de una serie de ellas que el PSOE está celebrando con los distintos sectores culturales, fue presidida por el diputado socialista Salvador Clotas y tuvo como finalidad escuchar las Ideas y reivindicaciones de los escritores, antes e que el PSOE elabore sus propuestas culturales frente a unas elecciones generales que nadie ve lejanas
La reunión de desarrolló durante toda la mañana de ayer, en un ambiente que el propio Salvador Clotas expresó como de "situación preelectoral", y que, al fin, daba sentido a una toma de contacto que hacía parecer realista y sobre todo inmediato un Gobierno socialista de este país. Por primera vez, un amplio grupo de escritores había sido convocado antes de que fueran definidas y redactadas las líneas maestras del programa cultural de un partido con muchas posibilidades de tomar el recambio gubernamental en las próxi-mas elecciones, y esto, según Salvador Clotas, porque su partido "quiere saber qué puede hacer por el escritor normal".Se refirió Salvador Clotas a la parálisis actual del equipo del Gobierno, a su renuncia a plantear una Ley de Propiedad Intelectual, a su insuficiente proyecto de remodelación del Instituto Nacional del Libro Español, a la situación de "recorte de las libertades, o al menos, a su no ampliación". "Los cambios ministeriales", dijo, "no han traído consigo la voluntad de un programa cultural serio",
"La oferta concreta del PSOE", añadió, "se inscribe en el cumplimiento de la Constitución en lo que se refiere a la construcción del Estado de las Autonomías, es decir, en la transferencia de materias culturales a los gobiernos autonómicos". "Naturalmente", dijo, "muchas de las actividades que actualmente corresponden al Ministerio de Cultura pasarán a los gobiernos autonómicos, pero el Gobierno central sigue teniendo una serie de tareas, para las que se dotará de un instrumento que quizá no sea propiamente un ministerio, y que si lo es, no lo será con su forma actual".
Entre estas funciones señaló Salvador Clotas, Ia tarea común de aumentar el nivel cultural del país, a compartir por el Estado con las Autonomías, los municipios y las entidades privadas, hasta alcanzar esa normalidad europea que todavía no tenemos; el tema de la promoción de la cultura española en el exterior, y particularmente en América Latina; el fomento de la colaboración y el contacto entre las diversas culturas de las comunidades autónomas, y el cumplimiento de esa tarea que está también en la Constitución y que se refiere a la corrección de las diferencias culturales entre las distintas regiones españolas y también entre los distintos grupos sociales". Como ofertas concretas a los escritores estaba el proyecto de convocatoria para el próximo otoño de unas jornadas en las que novelistas, poetas y dramaturgos reflexionaran sobre la situación y problemas de sus respectivos sectores, encuentro que fue bautizado ya con el nombre de Jornadas de Octubre, y la petición de colaboración en la elaboración del programa de gobierno del PSOE en lo cultural, desde la creación misma de las plataformas idóneas. A partir de ahí comenzó una discusión sobre los problemas y los conceptos que deben ir incluidos en una política cultural progresista y en libertad. Casi todos los escritores presentes tenían experiencia organizativa, en la Asociación Colegial de Escritores a cuyas conclusiones se refirieron muchas veces- o en el desaparecido Pen Club de España, y había un amplio abanico en ideologías, en generaciones y en especialidades, y estaban cuidadosamente representadas todas las culturas del Estado. Hay que decir que la palma de las intervenciones se la llevaron Gonzalo Torrente Ballester, Antonio Gala, Manuel Andújar y Carlos Barral. En resumen, los socialistas tomaron buena nota de la necesidad de contar con las asociaciones de escritores, de legislar la propiedad. intelectual y el fomento de la cultura, de atender a la educación como base cultural, en la escuela, el bachillerato y la Universidad, de cuidar la promoción del autor español en el ex tranjero creando las instituciones pertinentes y coordinando las ya existentes, de! diseñar una política de bibliotecas que tenga en cuenta las escolares, de cuidar los contac tos entre las literaturas de las dis tintas lenguas del Estado español, y de velar por la defensa moral del escritor.
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