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La guerra en el Atlántico sur

La batalla de Puerto Stanley puede sorprender a Reagan en Londres

Andrés Ortega

La primera ministra británica, Margaret Thatcher, regresó ayer por la noche de París en lugar de hacerlo hoy, contra de lo previsto, alimentando así las especulaciones de que es inminente el asalto británico sobre Puerto Stanley (Puerto Argentino), capital de las islas Malvinas. Podría producirse con la presencia del presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan en Londres, a donde llegará hoy.

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La niebla se había levantado en las Malvinas, señalaron los corresponsales de guerra. Fuentes meteorológicas indicaron, sin embargo, que en la mañana de ayer las islas estaban cubiertas de nubes, con bruma y lluvia por debajo, lo cual podría de nuevo retrasar las operaciones. El Ministerio de Defensa confirmó ayer el desembarco de la quinta brigada de Infantería (guardia inglesa, guardia galesa y gurkas) sin especificar cómo ni dónde, pero se entiende que la operación fue realizada días atrás. Con estos refuerzos, los británicos cuentan con unos 8.000 hombres en tierra. El Ministerio anunció también que un millar de prisioneros de guerra habían sido transferidos al Ferry Norland para ser repatriados cuanto antes a Argentina. El asalto, según los corresponsales de guerra, vendría precedido por un intenso fuego por parte de artillería, buques y aviones. Estos utilizan dos tipos de bombas que dejan poco que desear a las de napalm: las bombas de fragmentación y las de haces. Estas últimas, de 250 kilogramos, contienen en su interior 147 pequeñas bombas, cada una de las cuales explosiona en 2.000 fragmentos.El anuncio oficial del asalto podría coincidir con la llegada hoy a Londres de Reagan, una visita inmersa en polémica tras el cambio de parecer norteamericano, en cuestión de minutos, el viernes pasado en el Consejo de Seguridad de la ONU. La Prensa británica se mostró ayer unánime en su crítica a la actitud de Estados Unidos.

Margaret Thatcher quiere ahora restablecer la soberanía y administración británicas en las Malvinas -con vistas a su posible independencia- y una fuerza multinacional para su defensa. La contrapropuesta de Washington, según la cadena de televisión británica, es que Londres retire sus fuerzas una vez reconquistadas las islas. Bajo soberanía británica, se establecería una administración formada por Gran Bretaña, EE UU, Brasil y Jamaica.

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