Intelectuales y creadores analizan la obra de Max Aub a los diez años de su muerte
Los aspectos literarios, teatrales, históricos, artísticos y personales de la figura de Max Aub, fallecido en México en 1972, fueron estudiados los pasados 27, 28 y 29 de mayo en Toledo por un grupo de intelectuales y profesores universi tarios en un seminario organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. El escritor Francisco Ayala, el crítico de teatro José Monleón, el historiador Manuel Tuñón de Lara, director del seminario, y el pintor Antonio Saura presentaron ponencias. Francisco Ayala, amigo de Max Aub desde la época juvenil en la que colaboraron juntos en la Revista de Occidente, habló de Aub "como novelista de la guerra y de la paz". "En su primera novela larga, Luis Alvarez Petreña, Max Aub inició la transición de la vanguardia hacia un estilo testimonial y a partir de aquí la producción novelística de Aub llegó a constituir un monumento imponente centrado en el hecho de la guerra civil y del exilio".Después del gran cuerpo narrativo, cuyo tema es la guerra y el exilio, Max Aub volvió, según Francisco Ayala, al espíritu de la vanguardia con la novela Jusep Torres Campalans y también a su diario de regreso a España con el título La gallina ciega, "una especie de novela en la que el protegonista es el propio escritor".
José Monleón destacó que Max Aub ocupa un lugar importante en la historia de la literarura dramática aunque es un autor casi inexistente en la vida escénica española porque apenas se han representado obras suyas.
"La figura de Aub", dijo Monleón, "es la de un autor adscrito a una serie de causas que sucesivamente han sido destruídas por la historia. Si en otros casos el escritor ha intentado recomponer su proyecto bajo las nuevas circunstancias pactando hasta donde era necesario, el talante moral de Max, el sentido independiente de su compromiso le ha llevado a asumir los fracasos como parte de su propia condición de testigo". José Monleón terminó su ponencia analizando el experimentalismo de Max Aub, su compromiso con la izquierda, su condición de autor moral.
El historiador Manuel Tuñón de Lara analizó lo que constituye el conjunto de novelas históricas de Aub: Las buenas intenciones, La calle de Valverde y El laberinto mágico. Según Tuñón de Lara la gran lección de Aub, "más español que nadie, puesto que lo fue por libérrima elección", fue que enseñó a los historiadores que lo único que no pasa es el pueblo.
El pintor Antonio Saura analizó los aspectos pictóricos, personales y biográficos de Max Aub y se centró específicamente en la figura de Torres Campalans, personaje que, según Saura, mantiene un gran paralelismo con el propio autor. Antonio Saura profundizó en la obra pictórica de Aub "para quien el exilio fue fructífero desde el punto de vista creativo".
Babelia
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