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Austria presenta en España su contribución al cine europeo

La Filmoteca ofrece un ciclo de películas recientes

La Filmoteca Nacional de España, en colaboración con la Dirección General de Promoción del Libro y de la Cinematografía, con el Ministerio de Educación y Bellas Artes de Austria y con la embajada de este país en España, organiza estos días la Primera Semana de Cine Austriaco. La Filmoteca proyecta en su sede de Madrid siete películas austriacas producidas en los últimos años, que ofrecen al público español una ocasión, difícilmente repetible, de conocer una de las cinematografías europeas que menos difusión tienen en nuestro país. Austria, sin embargo, aportó algunos de los grandes autores del cine mundial, como Fritz Lang, G. W. Pabst, Edgar Ulmer, Fred Zinnemann, Otto Preminger, más los tres vieneses que trabajaron en Estados Unidos: Billy Wilder, Erich von Stroheim y Joseph von Sternberg. Herbert Schwanda, director general de la cinematografía austriaca explica algunas de sus peculiaridades.

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"El nuevo cine austriaco tiene sus orígenes en los años setenta. Se trató de lograr una cinematografía nacional con identidad cultural propia y de estimular a los jóvenes autores", manifiesta, en declaraciones a este periódico, Herbert Schwanda, 41 años, director del departamento de Cinematografía del Ministerio de Educación y Bellas Artes. "Hasta entonces, desde los años treinta, nuestra cinematograrla dependía del mercado alemán, sus temas y clichés venían dictados desde Berlín. Aquel cine de comedia ligera, que no respondía al espíritu austriaco, entra en crisis porque es desplazado por la TV a mediados de los 50".El cine austríaco, cuya producción alcanzó el pasado año los catorce largometrajes, es prácticamente desconocido en el resto de los países occidentales. Ello se debe, según Schwanda, a que "la filosofía del nuevo cine austriaco es contraria a los mecanismos de mercado que practican las multinacionales del cine. Nuestro principal objetivo consiste en lograr una cinematografía nacional."

Subvenciones del Estado

El idioma es uno de los obstáculos con que tropieza la cinematografía austriaca para su difusión en el mercado alemán. "El alemán que hablan los siete millones y medio de austriacos no es el alemán de Berlín. Nuestra cinematografía trata de compensar la distorsion idiomática que se produce a través de la televisión. Los dos canales de la televisión estatal austriaca programan más de quinientas películas al año. Las que no son de producción alemana, han sido dobladas en Alemania. Los doblajes de telefilmes y series también son alemanes. Este problema, aunque no es el fundamental, provoca un desajuste en nuestra identidad cultural. Hace unos años, los estudios cinematográficos más importantes de Viena, el Wien Film, tenían previsto doblar las películas norteamericanas que se emiten por la televisión, pero los alemanes no estaban dispuestos a adquirirlas y exigían que, en todo caso, los dobladores fuesen alemanes. Nuestro cine actual utiliza expresiones dialectales que no son alemanas. Se nos plantea el mismo problema que a los suizos para poder acceder al mercado alemán: los distribuidores exigen que doblemos aquellas expresiones al alemán, sí bien en muchos casos se resuelve el conflicto mediante subtítulos".El Estado subvenciona al cine austriaco con aproximadamente cincuenta millones de chelines (315 millones de pesetas) según datos del pasado año. La industria nacional del cine emplea algo más de 2.000 personas que también trabajan para otros sectores, como la televisión, "ya que en Austria no es posible vivir sólo del cine a causa de su pequeña producción". El coste de una película va de un mínimo de nueve millones de pesetas a un máximo de 150 millones de pesetas. Las relaciones de la cinematografía con la televisión, URF, mejoraron durante los últimos años. Las dos cadenas estatales aportan alrededor de 120 millones de pesetas anuales para la producción de películas.

"Lo importante de este convenio con la TV está en que no es la televisión quien decide qué películas se subvencionan con aquel fondo, sino una comisión independiente. En Austria", añade, "hay instituciones privadas que reciben subvención del Estado, encargadas de custodiar e incrementar el patrimonio cinematográfico de las dos filmotecas nacionales".

Persisten todavía en el cine austriaco argumentos contra el nacionalsocialismo hitleriano, tema común de las cinematografías europeas durante la inmediata posguerra. "Digamos que el rasgo más característico de nuestra cinematografía", afirma Schwanda, "es su carácter democrático, la lucha y denuncia de tcdo tipo de fascismo, entendido en su sentido lato, y de los totalitarismos. Hay muchas películas dirigidas por mujeres, cuyo tema de fondo es la lucha contra el autoritarismo del hombre".

La Filmoteca proyectará este fin de semana las películas austriacas Anima: Symphonie fantastique y El carnicero. Durante la próxima semana se proyectarán Morir un poco, Cuentos de los bosques de Viena y Extasis.

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