Javier Tusell: "La inestabilidad administrativa hace mucho daño al mundo de la cultura"
"No estoy de acuerdo en la acusación de algunos sectores no muy lejanos de este ministerio de que la Dirección General de Bellas Artes se había convertido en una comisaría de exposiciones. No hemos tenido mucho dinero para exposiciones, pero lo hemos sabido administrar en un terreno donde era posible un cambio más rápido". Javier Tusell, cuya destitución oficial, adoptada el pasado miércoles por la ministra de Cultura "por falta de confianza", aparece hoy en el Boletín Oficial del Estado, piensa que la inestabilidad administrativa puede hacer mucho daño al mundo de la cultura y más en estos momentos de recuperación cultural.Sobre la decisión de la ministra de Cultura, Soledad Becerril, de apartarle de un cargo en el que había "resistido los embates de tres ministros anteriores", Javier Tusell, que trabajó hasta el último momento en su despacho, ha explicado que no tiene nada especial que decir. "Tendrá, naturalmente, sus razones, para haber adoptado esta decisión. Es normal que pretenda formar un equipo suyo homogéneo, y yo, evidentemente, no fui nombrado por ella".
Con lo que no está de acuerdo Javier Tusell es con el modo en que le comunicó su decisión, "esa opereta bufa zaragozana que la encuentro innecesaria, porque no hace bien a nadie. Esto me ha dolido". El ex director general de Bellas Artes "sabía que podía ser destituido en cualquier momento por algunos comentarios que había oído, pero le sorprendió la decisión".
Javier Tusell ha señalado como principales factores que han podido influir en una valoración positiva de su gestión el cambio de actitud de la sociedad española respecto al arte moderno, al mismo tiempo que ha aumentado considerablemente la sensibilidad por la conservación del patrimonio. "Nunca en España había ido tanta gente a ver exposiciones como las de la guerra civil española, Picasso o el Greco, por ejemplo, ni nunca habían reaccionado de la forma que lo han hecho ante la destrucción del patrimonio". Esta sensibilidad indujo a Javier Tusell a preocuparse del tema y así, durante los tres años de su gestión, se duplicó el número de monumentos restaurados (de doscientos a cuatrocientos) y de una asignación de 1.200 millones se pasó a 3.600.
Fracasos de su gestión
Javier Tusell siente, sin embargo, que ha fracasado "rotundamente, aunque en buena medida debido a la falta de presupuestos, en algunos aspectos de los archivos, museos y bibliotecas". "En este país no se pueden mantener 99 conservadores, cien archiveros, doscientos bibliotecarios y ningún arqueólogo. La mayor parte de los recursos de este sector se dedican a gastos de mantenimiento".Otro de los considerados fracasos por Javier Tusell ha sido el hecho de que todavía no tengamos la ley del Patrimonio. "Para suplir este vacío nos ocupamos de aplicar la ley de 1933, aunque la aplicación de esta normativa legal de protección del patrimonio nos hizo en algunos momentos impopulares". A fin de poder llenar en el presente la ausencia de esta normativa general, Javier Tusell ha recomendado a la ministra de Cultura que acelere con la mayor urgencia la aplicación del 1% cultural y la posibilidad de pagar los impuestos en obras de arte.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.