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Creciente tensión en torno a las Malvinas

Los argentinos intercalan sus reivindicaciones de las islas con las críticas a la Junta Militar

Por tercera vez en menos de un mes, millares de argentinos se concentraron en la plaza de Mayo de Buenos Aires para expresar su apoyo a la "recuperación" de las islas del Atlántico Sur. Pero la manifestación del lunes derivó en un acto político, en el que se lanzaron gritos contra Estados Unidos y contra el régimen militar argentino.

La concentración popular había sido convocada por las dos centrales sindicales más importantes del país, la CGT y la CNT-20, como reacción al ataque británico del domingo contra el archipiélago de las Georgias del Sur. Los partidos políticos no se sumaron finalmente a la convocatoria a la que asistieron más de 10.000 personas.No hacía todavía un mes que el sindicato peronista CGT había convocado, bajo el lema "pan, paz y trabajo", una manifestación en esa misma plaza. La policía reprimió sin contemplaciones en aquella ocasión a los que intentaron manifestarse y detuvo a más de dos mil personas, incluido el líder sindical, Saúl Ubaldini.

Una de las pancartas claramente visibles entre los manifestantes el lunes rezaba: "Malvinas, sí; Proceso, no". El "proceso de reorganización nacional" es el eufemismo con el que se designa oficialmente en Argentina a la dictadura militar implantada en 1976. La "marcha peronista", prohibida desde esa fecha, fue repetidamente cantada.

A diferencia de las dos concentraciones anteriores de apoyo a la .recuperación" de las Malvinas, la manifestación del lunes no fue televisada en directo. Y también, al contrario de lo ocurrido los pasados días 2 y 10 de este mes, el presidente de la República, general Leopoldo Galtieri, no salió a hablar a los manifestantes desde el balcón de la Casa Rosada, sede del poder ejecutivo. El ambiente que había en la plaza, donde se pidió repetidamente la dimisión del ministro de Economía, Roberto Alemann, no aconsejaba que "el hombre fuerte" de la Junta Militar hiciera acto de presencia.

Naturalmente, el tema básico de la convocatoria no se olvidó, y los manifestantes expresaron ruidosamente su respaldo a los órganos argentinos que defienden la soberanía sobre las islas australes. El himno nacional se cantó en varias ocasiones, y se corearon numerosos eslóganes contra los ingleses, tales como, "si no se van, si no se van, les va a pasar lo que en Vietnan".

Pero los sentimientos patrióticos de los manifestantes no borraron el marcado cariz político del acto. "Galtieri, presta atención: las Malvinas, argentinas; y el pueblo, de Perón", se coreaba con frecuencia entre vítores al desaparecido líder del partido justicialista.Los reporteros de la cadena ABC de la televisión estadounidense fueron confundidos con ingleses por un grupo de manifestantes, que comenzó a arrojarles monedas.

Un sentimiento popular antinorteamericano era fácilmente detectable en la plaza de Mayo, sobre todo tras las noticias que llegaban e la reunión de la OEA en Washington y de que se haya ex tendido la convicción en mucho: sectores de la sociedad argentina de que Estados Unidos respalda a Inglaterra en esta crisis. "Yanqui traidor, aliado al invasor", gritaban los manifestantes.

El recelo ante EE UU no parece, sin embargo, algo exclusivo de la calle, sino que se da también en altas esferas del régimen militar. Informaciones no confirmadas indicaban ayer que el general Galtieri se negó a que el secretario de Estado norteamericano, Alexande Haig, viajase nuevamente esta semana a Buenos Aires.

Horas después de que la concentración de la plaza de Mayo finalizara sin incidentes, la Junta Militar daba a conocer un comunicado -el primero en más de veinticuatro horas- en el que negaaba la rendición de las tropas argentinas en las Georgias y aseguraba que fuerzas especiales de la Arma da continuaban sosteniendo su posiciones en el área de puerto Lieth y desmintieron el rumor sobre un desembarco en las Malvinas.

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