La obra de Lucio Fontana, renovador del arte de vanguardia europeo, expuesta por primera vez en España

Una muestra representativa de la obra espacialista del artista italoargentino Lucio Fontana (Santa Fe, Argentina, 1899-Comabbio, 1968), compuesta de setenta pinturas, siete esculturas y dos ambientes, trabajos realizados a partir de 1949, cuando redacta los manifiestos espaciales, se expone por primera vez en España. La viuda del artista, Teresita Fontana, que ha seguido con todo detalle

La exposición de Lucio Fontana, que hoy se inaugura en el Palacio de Velázquez, de Madrid, permite conocer por primera vez una amplia muestra de uno de los artistas que renovó el arte contemporáneo, con la creación del movimiento espacialista, formulado a partir de 1946, en Buenos Aires, con el Manifiesto blanco, y ya instalado en Milán con los sucesivos manifiestos espaciales, firmados con críticos, arquitectos y filósofos, donde se intenta superar los límites entre pintura y escultura, poesía y música, y se impone como aspiración del arte la evolución de la materia, para convertirse en "formas, colores y sonidos a través de los espacios". La muestra sería antológica con una mayor presencia de esculturas y una selección de su amplio trabajo lomo ceramista. Obras de Fontana se expusieron en Madrid en 1953, en la Bienal Hispanoamericana de Arte, y en 1968, en la desaparecida galería lolas-Velasco.La exposición ha sido organizada por el Ministerio de Cultura y el Archivo Fontana, que dirige en Milán la viuda del artista, Teresita Fontana, quien tiene prevista la creación de una fundación para distribuir su colección particular entre los mejores museos. Teresita Fontana, de 73 años, ha seguido con meticulosidad la colocación de cada cuadro, pese a un molesto catarro, dedicando su primera visita a Madrid a concretar los detalles de la instalación en el Palacio de Velázquez, salvo una breve escapada a Toledo.

Extrovertido y pacífico

Teresita Fontana se coloca voluntariamente en un segundo plano cuando se trata de comentar la obra artística. Conoció a Lucio Fontana en 1930, cuando el artista realiza esculturas abstractas, realiza su primera exposición personal en Milán y participa en la Bienal de Venecia con la Vittoria, una escultura en bronce. Manifiesta que, lógicamente, siguió muy de cerca toda la evolución artística de su marido, pero sin intervenir en su trabajo. Comenta que tenía un carácter extrovertido y pacífico, aunque frente al arte mantenía una actitud atormentada. En una ocasión, Fontana / escribía a su padre, escultor establecido en Argentina: "Mi pasión por el arte es tan grande y sincera que no me deja nunca tranquilo e influye enormemente en mi vida, sin darme paz ni tranquilidad".El montaje de la exposición de Lucio Fontana ha sido dirigido por Gabriella Drudi, crítica y ensayista de arte. "La dificultad de este espacio, el Palacio de Velázquez, que es muy hermoso pero difícil, es saber encontrar las diferentes perspectivas para situar cada cuadro o grupos de cuadros. La idea del montaje es hacer un recorrido circular, que recuerda en cierta manera el laberinto del ambiente de neón, situado a la entrada de la exposición. Para ello también he consultado los dibujos de Fontana sobre proyectos de sus exposiciones, con distribución de distintos módulos. La muestra recoge obras desde 1949 a 1968 y es bastante completa toda la experiencia del espacialismo".

Para Gabriella Drudi, Lucio Fontana puede ser considerado como un artista intelectual, ya que su concepción del arte y del espacio era mental y no representativa. "Su idea del espacio está unida a la participación y al sentido físico de la penetración". En este sentido, la exposición tiene una amplia muestra de sus obras más conocidas de su investigación espacial en cuadros realizados con la. técnica de los buchi o agujeros distribuidos sobre el papel o la tela y el ciclo de lo cortes en los Cuadros.

Luz espacial

En la exposición, especialistas italianos, que habian trabajado con Lucio Fontana, han reconstruido dos ambientes a partir de fotografías y dibujos del artista ya que las obras originales fueron destruidas. El ambiente con forma espacial y luz negra de Wood, montado por Andrea Franchi, ocupa una zona cerrada del recinto y recrea el expuesto en 11949 en la galería del Naviglio, que durante seis días causó una gran sensación. En la reconstrucción del ambiente de neón, expuesto en 1951 en la IX Trienal de Milán, la luz convertida en un signo en el espacio, ha participado Giuseppe Forti, que intervino en aquél montaje. Está situado a la entrada de la exposición, y cuando ésta termine quedará definitivamente en Madrid, en el Museo Español de Arte Contemporáneo, como regalo de Teresita Fontana.Gabriella Drudi, mientras sefiala1a colocación exacta de un grupo de obras de agujeros, opina que el arte de Lucio Fontana y sus investigaciones espaciales tienen una gran vigencia en el arte actual. Señala una diferencia con los artistas de hoy: "Fontana pertenece a la historia del arte y los jóvenes artistas italianos pertenece a los críticos".