La policía disuelve manifestaciones en favor de las mujeres procesadas

El proceso que se sigue en Bilbao contra las once mujeres acusadas de practicar el aborto ha provocado manifestaciones en Bilbao, Barcelona y Valladolid, según informan nuestros correspoii sales, que han sido disueltas por la policía de iiiaiiera contundente.En Bilbao, aprovechando los diez minutos que concedió el presidente del tribunal para la comida, un abogado informó a las cuatrocientas personas reunidas ante la sala sobre la marcha del juicio. Acto seguido, sobre Ias 13.45 horas, se pusieron en movimiento, siendo disueltas por la policía, que cargó duramente sobre los rezagados.

También en Barcelona se manifestaron unas 150 mujeres y cincuenta hombres, comenzando con una sentada que interrumpió el tráfico. Al cabo de un cuarto de hora, una treintena de policías intentó despejar la calzada, produciéndose entonces una serie de empujones e incidentes, sin que la policía lograra su propósito. Tras media hora de sentada, los manifestaiites iniciaron la marcha dirigiéndose hacía el palacio de la Generalidad, donde se les sumó un grupo de trabajadores de la empresa Mir-Miro, qtie se hallaban allí por asuntos laborales. Los mozos de escuadra de la Generalidad les disolvió por la fuerza, resultando dos mujeres heridas y varias más contusionadas

También en Valladolid la Policía Municipal tuvo que desalojar en la noche del lunes a veintisiete mujeres que se habían encerrado en el Ayuntamiento en solidaridad con las mujeres procesadas en Bilbao. Las mujeres se negaron a abandonar el edificio, pese a los requerimientos de dos concejales socialistas, y los agentes de la Policía Municipal se vieron obligados a tener que levantarlas y arrastrarlas una por una por pasillos y escaleras hasta la cille.

Se produjeron numerosos momentos de gran tensión, que no degeneraron en mayores incidentes gracias tanto a la actitud pasiva de las mujeres con lo a la corrección de los agentes municipales y a la intervención de los capitulares socialistas Pilar García Santos y Miguel Casado.