La alcaldía de Zaragoza califica de injerencia 'impertinente' la protesta USA por el ciclo de cine soviético en la Filmoteca
Las actividades de la Filmoteca Municipal de Zaragoza y, más concretamente, el hecho de haber iniciado su andadura con un ciclo de cine, soviético de los años treinta, han causado un gran malestar en los medios diplomáticos norteamericanos. La confirmación formal de ese malestar es una carta que el cónsul general de los Estados Unidos, John B. Barton, ha dirigido desde Barcelona al director de la Filmoteca de Zaragoza y que, debidamente contestada por él y por el alcalde de la ciudad, refleja la existencia de una tensa situación. En su respuesta, el alcalde zaragozano, socialista, califica la carta de injerencia "intervencionista e impertinente".
La primera noticia de la inquietud norteamericana porque la Filmoteca zaragozana estuviera proyectando un cielo de cine soviético llegó a esta ciudad por el comentario de un cronista político que habló de malestar entre los diplomáticos estadounidenses asistentes a la Conferencia de Seguridad que se celebra en Madrid. Posteriormente, se recibió una carta de John B. Barton, cónsul general de los Estados Unidos con sede en Barcelona, fechada el 22 de febrero y que acaba de hacer pública el alcalde de Zaragoza, Ramón Sáinz de Varanda, del PSOE.La carta, dirigida al director de la Filmoteca, Leandro Martínez, comienza felicitando al interesado por su acceso a la "flamante", dice textualmente, institución.
En primer lugar afirma el director de la filmoteca que la entidad cultural fue organizada mediante la aportación del comité conjunto hispano-norteamericano, consistente en 5.400.000pesetas, y seguidamente desarrolla cuál es su opinión sobre el hecho de que la Filmoteca se inaugurase con una serie de cintas soviéticas de los años treinta.
El cónsul norteamericano dice que encuentra "difícilmente comprensibles las razones que esconde el hecho" y basa todos sus alegatos en la actución de la Unión Soviética en Polonia, "responsable de dirigir la supresión de los derechos humanos y civiles".
Al cónsul le parece "irónico" también que el ciclo concluya con dos filmes del año 1939 porque fue el año que Hitler y Stalin firmaron un tratado de paz que supuso la partición de Polonia.
El diplomático norteamericano concluye, tras declarar que es contrario a la censura oficial, calificando de "grave error o gratuita bofetada a los pueblos libres" el que la Filmoteca Municipal de Zaragoza haya programado este cielo de películas, porque transmite "una fuerte idea de apoyo a tales agresiones y a la supresión de los derechos civiles y humanos". El cónsul apostilla: "Me he tomado la libertad de enviarle un catálogo de películas del ACHNA, el centro cultural norteamericano en Madrid, y será un placer tratar sobre las posibilidades de proyección de otras películas norteamericanas en Zaragoza".
John B. Barton manifestó ayer a El PAIS que, en primer lugar, su carta iba dirigida al director de la Filmoteca, y no al alcalde de Zaragoza. "Yo me he limitado a exponer mi opinión como persona y como funcionario norteamericano", dijo John B. Barton, "y nunca estuvo en mi ánimo entrar en polémica sobre esta materia y menos con el alcalde de Zaragoza. Mi carta creo que es suficientemente clara a este respecto". El consulado de Estados Unidos está acreditado para Cataluña, Aragón y Baleares.
Ante lo que califica de "repetidas injerencias de políticos y diplomáticos norteamericanos en la programación de la Filmoteca de Zaragoza", el alcalde de la ciudad, como presidente de la misma junto al director de la entidad, han hecho una serie de puntualizaciones. La primera, que "no es cierto en absoluto que la Filmoteca sea una realidad gracias a la aportación gratuita del comité conjunto hispano-norteamericano". Llama la atención sobre el costo político y social de la presencia de una base norteamericana en la ciudad y pasa a trazar la historia de la gestación de la Filmoteca -proyectada antes de la guerra civil y truncada por ésta- manifestando, de paso, que la Administración "tan preocupada ahora por la salvaguarda de los derechos humanos en el mundo", manifestó escasas muestras de condena al sometimiento durante más de cuarenta años de la voluntad popular española.
El alcalde califica de "intervencionista e impertinente", el contenido de la carta del cónsul de los Estados Unidos y los calificativos y juicios de valor que se vierten en ella. Contrapone los sucesos de Polonia a las "tragedias históricas de Vietnam, Chile, Centroamérica y un largo e inconcluso etcétera", para decir que no estiende cómo la Administración norteamericana "pretende dar lecciones de democracia a la primera corporación democrática que accede al Ayuntamiento de Zaragoza",
El alcalde invita a la Administración USA a respetar el principlo de no injerencia "en los asuntos internos de un país y una ciudad que no son suyos (al menos 'formalmente')".
Babelia
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