'Missing', de Costa Gavras, exaspera al Departamento de Estado norteamericano
No es habitual que los serios y sesudos funcionarios del Departamento de Estado norteamericano, equivalente, salvando las diferencias, a nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores, opinen de filmes cinematográficos. Pero la última obra del cineasta griego Costa Gavras, Missing (Desaparecido), exaspera a los hombres del equipo de Alexander Haig.¿Por qué ocurre esto? Simplemente porque recuerda a los norteamericanos una época poco gloriosa para los ideales democráticos estadounidenses, como fue la implicación de Washington en el golpe de Estado en Chile. Por si fuera poco, el filme de Costa Gavras (autor del célebre Z, sobre la dictadura de los coroneles griegos; La confesión, entorno a la represión política en Checoslovaquia, o Estado de sitio, sobre la dictadura militar en Uruguay, y cuyo guionista habitual es Jorge Semprún, con quien publicamos hoy una entrevista en el suplemento ARTES) es un nuevo filme que coincide ante las pantallas norteamericanas con la polémica en El Salvador, donde EE UU, según algunos miembros del congreso, se desliza hacia un nuevo Vietnam.
"El filme se basa en hechos", explicó Costa Gavras en el curso de la presentación en Washington de Missing. La película, al ritmo trepidante de otras anteriores del director griego afincado en Francia, traza la historia de un periodista free lance norteamericano, Charles Horman, desaparecido en Santiago de Chile, en 1973, tras la caída del Gobíerno de Salvador Allende.
El padre de Horman, presente en el estreno, viajó a Chile para averiguar cómo había ocurrido la desaparición de su hijo. No encontró, al parecer, gran cooperación por parte de los diplomáticos estadounidenses en Santiago. "El Departamento de Estado hizo todos los esfuerzos por aclarar la situación y ayudó a los familiares de Horman para averiguar los hechos", dice, en tres páginas, la puntualización del Departamento de Estado, sobre la película. Basada en el libro de Thomas Hauser, The execution of Charles Horman, la.película de Costa Gavras traza los momentos en que se gestó la desaparición del periodista norteamericano en Chile.
Jack Lemmon (en el papel de Horman) y Sissy Spacek (la mujer de Horman) son los dos personajes artísticos de esta película.
El estreno en EE UU de Missing congregó a artistas, críticos y políticos, con diversidad de opiniones a la hora de valorar la obra. "Un acto de propaganda política", dijo un funcionario del Departamento de Estado. "Es completamente falso", añadió un agente de la CIA, rechazando toda implicación de Estados Unidos en la desaparición de Horman.
En sentido contrario, ex senadores liberales, como George Mc Govern y Frank Church, consideraron que era un filme muy cercano a los hechos. Church era el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, cuando el congreso norteamericano investigó sobre la vinculación de la Administración norteamericana en el proceso de golpe de Estado en Chile.
"Es un documento muy importante, que tendrá un gran impacto en el momento actual", concluyó Isabel Letelier, viuda del diplomático Orlando Letelier, muerto en un atentado en Washington, por agentes enviados por el régimen de Pinochet. Caso que provocó un considerable enfriamiento en Ias relaciones entre Chile y EE UU, en época del presidente Carter, al que vuelven, otra vez, viento en popa bajo la dirección de Ronald Reagan en la Casa Blanca.
En su línea tradicional de producciones de denuncia de abusos de poder político, tantos en las dictaduras de derechas como de izquierdas, Costa Gavras tiene garantizado el éxito en las pantallas estadounidenses, con el último llegado de la serie: Missing.
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