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Satisfacción marroquí por las decisiones de la OUA sobre el referéndum sahariano

Como un importante triunfo han sido acogidas en Rabat las inesperadas recomendaciones del comité de jefes de Estado de la OUA, que han evitado exigir la negociación directa entre Marruecos y el Polisario para la organización de un refereréndum en el Sahara.

Los círculos oficiales marroquíes han vivido dos días de auténtica expectación, en la creencia de que en Nairobi III se recomendaría la negociación directa del cese el fuego entre Marruecos y el Polisario, y que el Gobierno de Rabat, al rechazar esta condición, tendría que asumir la responsabilidad del fracaso de las gestiones de la OUA.Inesperadamente, el comité de aplicación no sólo no recomendó esa conversacióin directa, sino que además ratificó que los funcionarios marroquíes serán el órgano a través del cual operará la administración internacional provisional encargada del referéndum y del orden, y que el censo español de 1974 será la base para establecer el registro electoral.

En realidad, estas recomendaciones estaban ya contenidas en las resoluciones de Nairobi II sobre el mismo asunto. Sólo la insistencia del Polisario y Argelia en la retirada de la Administración y del Ejército marroquíes y pidiendo negociación directa entre Marruecos y el Polisario, hicieron pensar que el comité de aplicación podría llegar a modificar esas condiciones originales.

Al anunciar en Nairobi las recomendaciones aprobadas, el presidente en ejercicio de la OUA y jefe de Estado de Kenia, Daniel Arap Moi, dijo que "las partes en conflicto no serán nombradas, aunque todos sabemos perfectamente de quién se trata". Esta decisión hace que, por el momento, Argelia y Mauritania sigan siendo considera das partes interesadas en el contencioso.

El Frente Polisario consideró que la decisión del comité de la OUA es lamentable, y precisó que "nada será posible sin la negociación directa entre Marruecos y el Polisario".

Marruecos dispone esta vez de argumentos importantes para su actitud. En primer lugar, las resoluciones de Nairobl II, que siguieron a la aceptación por el rey Hassan II del principio del referéndum, que no exigen la retirada de las tropas ni de la Administración marroquí del Saha'ra, ni tampoco el reconocimiento del Polisario.

El otro punto importante de la argumentación marroquí es que Rabat está dispuesto a que el referéndum en el Sahara sea controlado internacionalmente y que sea autentificada la condición de saharauis de las personas que viven actualmente en aquella región y que van a votar.

Marruecos exige la realización de una investigación similar de los refugiados de Tinduf y, sobre todo, de los dirigentes del Frente Polisario que pretenden arrogarse la representatividad del pueblo saharaui.

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