Cunde la alarma en Moscú ante la resistencia de los sindicalistas polacos

Los medios de comunicación soviéticos se hacían eco ayer, con relativa alarma, de la resistencia emprendida por los sindicalistas polacos. La agencia oficial Tass afirmaba ayer noche que se habían producido detenciones en medios universitarios, periodísticos y disidentes, y daba cuenta de que los problemas surgían en aquellos lugares en los que Solidaridad no había sido aislada por la Junta Militar.Los sindicalistas, añadía Tass, tratan de infiltrarse en círculos obreros. En general, el tono empleado ayer por los medios de comunicación soviéticos era menos reposado que el de días precedentes, cuando, por lo general, trataba de subrayarse que la situación había sido normalizada casi por completo.

Ayer, la agencia oficial soviética recogía también unas informaciones publicadas por los diarios polacos Zolnierz Wolnosci (órgano del Ejército) y Trybuna Ludu (órgano del Partido Obrero Unificado Polaco), en los que se decía que Solidaridad "había establecido una serie de acciones concretas" para el caso de que se proclamara la ley marcial.

Según afirmaban ambos periódicos -que son prácticamante los únicos que pueden ser leídos desde el domingo en Polonia-, "los extremistas infiltrados en Solidaridad" habían previsto un plan en tres fases, que se iniciaría en el caso de que el Consejo de Estado polaco dictara el estado de emergencia.

Zolnierz Wolnosci y Trybuna Ludu citaban como fuentes "documentos confiscados por la milicia (policía) después de que la ley marcial fuera proclamada en Polonia".

La primera fase de este plan de insurrección consistiría en desencadenar "actividades subversivas terroristas", acompañadas de "propaganda antisocialista". Posteriormente, según estos periódicos, se formarían "bandas armadas capaces de participar en operaciones más importantes".

Por último -y ya como tercera fase-, se desencadenaría una "auténtica guerra civil". Las "fuerzas extremistas de Solidaridad", añadía Tass citando a los dos periódicos polacos, "contaban con que los soldados eliminaran a sus oficiales".

Algunos observadores interpretaban esta información como un indicio de que Moscú no las tiene todas consigo sobre los efectos normalizadores de la ley marcial en Polonia, y temen aún el agravamiento de la situación.

En cualquier caso, en Moscú se seguía descartando una intervención militar de la URSS y del resto de los países del Pacto. Fuentes militares occidentales destacaban cómo las tropas que han salido a la calle en Polonia son fuerzas de intervención inmediata -más adoctrinadas y más fiables desde el punto de vista político-, y que sólo cuando todos los efectivos castrenses de Polonia fueran importantes para hacer frente a una rebelión podría ser necesaria la ayuda de los países hermanos.

Relacionado con esto, fuentes oficiales soviéticas desmintieron ayer que los aviones de carga del Ejército de la URSS que aterrizaron en Varsovia contuviesen algo más que víveres. En efecto, la situación militar no es lo suficientemente desesperada como para que ya se necesiten refuerzos.