Agricultores y ganaderos consideran insuficientes las ayudas del Gobierno para paliar los efectos de la sequía

Las organizaciones agrarias y ganaderas han calificado de insuficientes las ayudas para la ganadería extensiva aprobadas en el último Consejo de Ministros y se han quejado también de la falta de información sobre dichas medidas, puesto que a estas alturas sólo se conoce la cantidad total de cereal-pienso a repartir, pero no se sabe su precio, las características de la mezcla, las cantidades que corresponden a cada provincia ni cuándo podrá retirarse de los almacenes del SENPA.

Asimismo acusaron al vicepresidente económico del Gobierno de oponerse a una subvención al precio del cereal-pienso. Por su parte el ministro de Agricultura ha anunciado que recibirá mañana, jueves, a las cinco organizaciones agrarias de ámbito nacional para explicarles dichas medidas.La situación de la ganadería extensiva es calificada como desastrosa tanto por la Administración como por los ganaderos. Según un informe de la CNAG (Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos), hay actualmente un millón de cabezas de vacuno, once millones de ovino, un millón y medio de caprino y 50.000 cerdas de vientre de raza ibérica ligadas a la tierra, con un valor total, a precios de mercado actual, de 150.000 millones de pesetas.

A causa de la falta de lluvias durante el otoño del pasado año y la primavera y el otoño del actual, no han nacido los pastos, por lo que los animales han tenido que comer cereal-pienso, lo que ha multiplicado los costes de producción. Esta situación se ha agravado por la escasa cosecha de cereal, que ha provocado la subida del precio de la cebada, que supera las 17 pesetas en toda España.

El dar de comer a una vaca durante un día supone un gasto medio de cien pesetas en las actuales circunstancias, desglosado de la siguiente manera: dos kilos de cebada, 34 pesetas; cuatro o cinco de paja, cincuenta pesetas. A esto hay que sumar el coste del agua, que oscila entre las 0,5 y las dos pesetas, según la distintas regiones afectadas por la sequía, más el gasto del transporte. Cada vaca consume en, esta época del año 25 litros de agua diarios. En caso de existencia de pastos y de agua suficiente, los gastos máximos hubieran ascendido a 18 pesetas diarias.

Mientras llegan las ayudas, el futuro es cada vez más negro, y se calcula que a la salida de este invierno la cabaña de vacuno habrá disminuido en un 40 %, debido, fundamentalmente, a sacrificios prematuros, abortos y mortalidad, por lo que podría peligrar el abastecimiento de carne de procedencia nacional para el Mundial.

Para paliar esta situación, el último Consejo de Ministros aprobó el reparto de 600.000 toneladas de cereal-pienso, con pago aplazado a diez meses, sin interés y con subvención del transporte interior, por un montante máximo de 10.000 millones de pesetas y con carácter de urgencia. Por su parte, los ganaderos solicitaban una subvención al precio del cereal y que fuera vendido a once pesetas kilo. Según fuentes solventes, estas peticiones se encontraron con la oposición de las más altas autoridades económicas del Gobierno.

Aunque oficialmente no se ha dado a conocer, en fuentes de la Administración se cree que el precio del cereal que se repartirá oscilará alrededor de las 16,50 pesetas en relación con las partes de maíz, sorgo y cebada de que esté compuesto, y que los ganaderos podrán retirarlo de los almacenes del SENPA a comienzos de la próxima semana. Sin embargo, todavía no se tiene decidida su distribución por provincias.

También el último Consejo de Ministros acordó la venta directa de maíz y sorgo de producción nacional al precio de entrada, que para el maíz está en 16,76 pesetas kilo, y fijará el ICGI (impuesto de compensación de gravámenes interiores) en el 3%.

De acuerdo con las informaciones recogidas por, la CONCA (Confederación Nacional de Cámaras Agrarias) a través de sus órganos provinciales y locales, salvo en la cornisa cantábrica, donde hasta el momento no se han presentado graves problemas, en el resto de España la situación es catastrófica. En Andalucía, según recientes manifestaciones del consejero de Agricultura de la Junta, las pérdidas ascienden a 50.000 millones de pesetas.

En las provincias de la cuenca del Duero, prácticamente no se han sembrado Cereales de ciclo largo, y los pocos que se sembraron se han secado por la falta de lluvias, con lo que esta cosecha ya se puede dar por perdida. Tan sólo queda la esperanza de que la climatología de primavera sea favorable y se puedan sembrar cereales de ciclo corto, aunque su rendimiento sea menor. De Madrid hacía el Sur, ningún agricultor se arriesgó las pasadas-semanas a sembrar cereales.

En Andalucía, la situación en cereales es la señalada anteriormente, mientras que la remolacha de secano no ha nacido por la falta de humedad. En el olivar, la cosecha se puede calificar de desastrosa, y las últimas previsiones apuntan a que solo se recogerán 175.000 toneladas de aceite, cuando lo normal son 450.000 toneladas, con unas pérdidas económicas valoradas en 30.000 millones de pesetas. Aparte están los daños producidos en los árboles, algunos de los cuales se han secado, y que tendrán su repercusión económica en las próximas cosechas. Una situación similar a ésta se da en las cepas de los viñedos andaluces, extremeños y manchegos.

Daños irreparables

Según el informe de la CONCA citado anteriormente, las provincias más afectadas en el subsector agrícola han sido Albacete, donde los daños superan los 5.000 millones de pesetas; Almería, con pérdidas importantes en cereales, leguminosas y olivar; Badajoz y Cáceres, donde se han valorado los daños en 1.520 millones; Cádiz y Ciudad Real, donde sólo en el olivar se calculan unas pérdidas de 3.000 millones; Córdoba, Cuenca, Granada y Guadalajara.En Huelva se han secado numerosos viñedos y se tardará dos años en recuperarlos, mientras que en Jaén sólo se recogerá un 35% de la cosecha normal de aceituna.