El presidente Gaafar el Numeiri disuelve el Gobierno de Sudán
La disolución del Gobierno sudanés, anunciada la noche del lunes por el presidente Gaafar el Numeiri, confirma el grave deterioro de la situación económica del país, que amenaza con desestabilizar al régimen, al tiempo que las autoridades reiteran sus denuncias contra los "intentos libios de desestabilización" de Sudán lanzados desde Chad.El presidente Numeiri criticó duramente a su Gobierno por los malos resultados obtenidos en la producción económica. En el transcurso de una concentración popular, retransmitida en directo por la televisión, el jefe del Estado sudanés anunció un plan de saneamiento económico de dieciocho puntos en el que se afronta una reducción de los gastos estatales y una "reestructuración global del sector público".
Esta crisis política no es la primera que atraviesa un régimen como el sudanés, que desde su llegada al poder en 1969 ha tenido que enfrentarse a varias tentativas de golpe de Estado. La más grave de ellas ocurrió en 1971 y se saldó con una dura represión contra el Partido Comunista sudanés. Numeiri logró superar la situación, en este caso, con la ayuda del dirigente libio Muamar el Gadafi.
Ahora, el Gobierno de Jartum denuncia continuamente las "maniobras" libias destinadas a derrocar el régimen, especialmente a raíz de la intervención de las tropas de Gadafi en Chad, país vecino de ambos Estados. Las autoridades sudanesas han afirmado últimamente que el dirigente libio se apoya, para su empresa desestabilizadora, en una "quinta columna" constituida por millares de refugiados chadianos Incontrolados ", instalados en las ciudades sudanesas.
Pero, en opinión de los observadores, el más grave peligro de desestabilización de Sudán procede de la situación económica del país, que, a pesar de sus potenciales recursos agrícolas y mineros, figura en el grupo de los veinticinco Estados más pobres del mundo.
El producto interior bruto de Sudán se encuentra estancado desde 1979. El algodón, principal producto de exportación, no llega, ni de lejos, a cubrir la factura de las importaciones petroleras, lo que provoca un déficit crónico de la balanza comercial, que ha pasado de doscientos millones de dólares en 1972-73 a quinientos millones (unos 50.000 millones de pesetas) durante este año fiscal.
Devaluación
El plan de saneamiento económico anunciado por Numeiri conlleva una devaluación del 12,5% de la libra sudanesa y un aumento del 40% de los impuestos sobre los hidrocarburos destinados al consumo, así como un 10% de incremento en las tasas fiscales sobre las importaciones.Según los observadores, lo que puede provocar reacciones populares imprevisibles es, sobre todo, la supresión de las subvenciones gubernamentales a los productos de primera necesidad, precisamente cuando existe una gran penuria alimentaria en las ciudades.
