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EE UU, alarmado ante el empuje de Rusia, trata de acelerar el envío de sistemas antiaéreos a Ucrania

Washington busca el envío de sistemas Patriot, asegura el secretario de Estado al término de su visita a Kiev

El ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, con el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, en Kiev, el 15 de mayo.Foto: SERGEY DOLZHENKO (EFE) | Vídeo: EPV (REUTERS)
Macarena Vidal Liy

El anuncio de que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, suspendía todos sus viajes al extranjero en los próximos días servía este miércoles para abundar en la preocupación de Washington sobre la marcha de la guerra en ese país y el agotamiento de las fuerzas ucranias. Las tropas rusas entraban en una localidad fronteriza ucrania, en la región de Járkov, al mismo tiempo que el secretario de Estado, Antony Blinken, terminaba su visita de dos días a Kiev, en la que abordó las necesidades más apremiantes del país aliado ante la ofensiva de una Rusia envalentonada.

Un mes después de que el Congreso de Estados Unidos diera el visto bueno a más de 60.000 millones de dólares (unos 55.000 millones de euros) para Ucrania tras meses de retrasos, en Washington crece la preocupación sobre los progresos que ha conseguido Rusia en la guerra y los problemas de escasez de soldados y armamento que acucian a las fuerzas ucranias. La Administración de Joe Biden estudia vías para acelerar la entrega de armamento y reponer las municiones gastadas y los equipos destruidos durante el hiato de casi medio año en el que los envíos de ayuda fueron casi inexistentes.

“Rusia ha seguido presionando en lo que respecta a la intensidad brutal de su campaña y busca más objetivos en una mayor zona de Ucrania”, subrayaba esta semana el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, en una rueda de prensa. “Por eso Estados Unidos y nuestra coalición busca acelerar más defensa aérea… queremos enviar más y el presidente (Joe Biden), el secretario (de Defensa, Lloyd) Austin y yo trabajamos día y noche para coordinar esas entregas y poner a Ucrania en una posición donde esté en mejores condiciones de defenderse contra lo que Rusia les está lanzando, que es bastante considerable”.

Antes de su partida de Kiev, Blinken confirmaba que Estados Unidos examina cómo enviar sistemas de defensa aérea adicionales a las fuerzas ucranias, incluidos misiles Patriot. Unos sistemas especialmente necesarios en la zona de Járkov —la segunda ciudad del país—, donde desde la semana pasada Rusia ha abierto un nuevo frente para obligar a Ucrania a dividir aún más sus recursos. Buena parte de sus conversaciones durante su visita sorpresa se han centrado de modo casi obsesivo en el suministro de ese tipo de equipamiento.

“Estamos intensamente centrados en los Patriot y otras posibles defensas, y en asegurarnos de que podemos encontrar (esos equipos disponibles) y traerlos a Ucrania”, explicaba el jefe de la diplomacia estadounidense. “Járkov, por supuesto, es una prioridad urgente. Hay otras”.

Ucrania ha solicitado al menos dos baterías de misiles Patriot, con un coste de aproximadamente 1.000 millones de dólares (920 millones de euros) cada una, para Járkov. Estados Unidos, que en 2022 anunció que enviaría uno de estos sistemas al país invadido, se plantea enviar otra, según la agencia Bloomberg, y contacta con sus aliados para aumentar ese suministro. Alemania prometió el envío de uno de esos equipos el mes pasado.

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Un sistema Patriot incluye radares y estaciones de control para identificar, rastrear y atacar con misiles el armamento enemigo, incluidas lanzaderas y vehículos de apoyo.

El martes, en un discurso en la capital ucrania, Blinken había asegurado que los “Patriot y otros sistemas de defensa antiaérea hacen más que proteger soldados y salvar vidas civiles”. “También crean escudos de protección bajo los cuales los trabajadores y empresarios ucranios pueden adaptarse, innovar, construir y atraer más inversión extranjera”, explicaba, “por eso trabajamos sin descanso con nuestros socios y aliados para conseguir más defensas aéreas, y hacerlo rápidamente”.

El Gobierno estadounidense ha indicado que parte de la ayuda aprobada en abril ya está llegando a Ucrania. Entre los equipos que ya han recibido el visto bueno se encuentran misiles de largo alcance ATACMS, capaces de alcanzar un objetivo ruso en cualquier punto de Ucrania.

Según la valoración de Washington, la intensificación de la ofensiva rusa se debe, precisamente, al deseo de Moscú de lograr la máxima ventaja posible antes de que el flujo de armamento procedente de EE UU recupere el ritmo de los primeros 18 meses de la guerra.

“Estamos haciendo todo lo que podemos por acelerar la asistencia”, subrayaba antes de su viaje Blinken, que reconocía el domingo en el programa Face the Nation de la cadena de televisión CBS que “no hay duda de que los largos retrasos en la transferencia de armamento han tenido un coste”.

Esos retrasos han permitido a Rusia cobrar una amplia ventaja en cuanto a disponibilidad de munición y artillería. La escasez de sistemas antiaéreos en las filas ucranias también han hecho posible para las fuerzas del Kremlin el lanzar ataques aéreos contra posiciones más adentradas en el país invadido, sin recibir grandes daños.

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Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.
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