Washington descarta la creación de una zona desnuclearizada, en los países de la Alianza Atlántica

La Administración Reagan considera que la presencia de armas nucleares en Europa occidental es un elemento indispensable para el mantenimiento del poder de disuasión de Occidente. Esta es, tal vez, la conclusión más importante que puede desprenderse de la conferencia de Prensa celebrada ayer en Bruselas por el director de la Agencia Norteamericana para el Control del Armamento y Desarme (United States Arms Control and Disarmement Agency, USCDA), Eugene Rostow, que visitaba por primera vez Europa.

Rostow fue meridianamente claro cuando afirmó que no existe la posibilidad de crear una zona desnuclearizada en el territorio que cubre la Alianza Atlántica. "Los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)", señaló Rostow, "adquieren el compromiso de reaccionar ante cualquier ataque en su propio suelo o en el de sus aliados con todos los medios que se estimen necesarios".Aunque la intervención de Rostow no estaba relacionada en absoluto con la eventual adhesión de España, de sus palabras puede desprenderse fácilmente que Estados Unidos no está dispuesto a tomar en consideración la "condición" de no albergar armas nucleares que proyecta plantear el Gobierno español de cara a la incorporación de España a la OTAN.

El director de la USCDA se mostró mucho, más receptivo ante la posibilidad de crear zonas de ese tipo en América Latina o en Oriente Próximo. Rostow insistió en la importancia de que no haya nuevos Estados que fabriquen armas nucleares, porque la proliferación, dijo, es un factor de desestabilización.

En su primera conferencia de Prensa en Europa, Rostow se esforzó en disipar la imagen de un Estados Unidos "dispuesto a defenderse hasta el último de sus aliados", pero no mediante su propio territorio y población.

"Esta imagen", explicó, "ha sido difundida por la propaganda soviética". Eugene Rostow negó que Europa sea la "víctima", y recordó que fueron los políticos europeos los primeros que solicitaron la fabricación de los euromisiles (Pershing 2, y Cruise). Desde su punto de vista, la nuclearización de Europa permite hacer frente al "chantaje" nuclear soviético, que puede permitir a Moscú "ganar un conflicto sin hacer siquiera la guerra". "No nos planteamos cómo actuar en caso de guerra; lo que hacemos es intentar evitarla. Churchill dijo que la segunda guerra mundial pudo ser evitada. No cometamos los mismos errores que en l939".

Rostow se mostró "escéptico" ante la llamada "opción cero", acuerdo entre Washington y Moscú que congelaría la instalación de nuevos misiles y que evitaría, en consecuencia, la implantación de euromisiles, y calificó esta posibilidad de "teórica y matemática". Señaló que la Administración Reagan no plantea ninguna condición previa para las negociaciones de desarme de Ginebra (previstas para el 30 de noviembre), pero vinculó estrechamente el desarrollo de estas conversaciones sobre SS 20 y euromisiles a otras que tendrán lugar paralelamente, también en Ginebra, sobre las SALT (Limitación de Armas Nucleares Estratégicas).