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El discurso de Haig en Berlín

(... ) Si el discurso de Haig ha producido en sus interlocutores europeos el efecto de una arenga particularmente vigorosa, no es sólo debido a las circunstancias agitadas en las que han sido pronunciadas o a su contenido. Es, ante todo, por el tono empleado por el secretario de Estado americano.En efecto, las opiniones de Haig se inscriben dentro de las mismas preocupaciones expresadas antes y después de su designación por Reagan. Una de las grandes díferencias que habían opuesto a este último frente al presidente saliente era, precisamente, la evaluación del peligro soviético y la urgencia de una modernización del arsenal nuclear occidental.

El vigor con el que Haig denunció el pesimismo y la falta de fe en la democracia de los europeos occidentales y alusiones a las amenazas que hacen pesar sobre la paz no los esfuerzos defensivos de la OTAN, sino los tanques soviéticos, están destinados a provocar un efecto de choque.

Se estima en Washington que ha llegado el momento de reaccionar contra la ola de pacifismo, neutralismo y antiamericanismo que invade actualmente una parte importante de Europa occidental.

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En Alemania del Oeste es donde esa corriente ha tomado las formas más espectaculares y, teniendo en cuenta la importancia geoestratégica de la RFA en el dispositivo de defensa occidental, la más preocupante para Washíngton

Francia se encuentra triplemente excluida del campo de las preocupaciones del secretario de Estado americano. Dispone de una defensa nuclear propia Hasta el momento presente no ha sufrido la campaña pacifista y antiamericana. En fin, Mitterrand no ha ocultado en diversas declaraciones que él consideraba necesario el reequilibrio de la balanza de fuerzas en Europa, por el momento, desfavorable para Occidente, como condición previa a la apertura de nuevas negociaciones sobre el desarme. ( ... ).

15 de septiembre

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