La Unión Soviética propone a Estados Unidos entablar negociaciones para renunciar a la bomba de neutrones
La Unión Soviética ha propuesto entablar negociaciones con Estados Unidos sobre una "renuncia recíproca a la producción de la bomba de neutrones antes de que sea demasiado tarde", según un comentario difundido por la agencia Tass. En opinión de los dirigentes soviéticos, estas negociaciones deberían establecerse en base al "proyecto de convención internacional sobre la prohibición de fabricar, almacenar, desplegar y utilizar la bomba de neutrones" presentada en Ginebra por la URSS y los demás países del bloque soviético en marzo de 1978 ante el Comité de Desarme. Según la agencia Tass, "la Unión Soviética está a favor de una prohibición total de la bomba de neutrones", y "espera una respuesta clara y sin ambigüedades a esta propuesta contenida en el mencionado proyecto de convención". El comentario de la Tass concluía diciendo que "la bomba de neutrones debe ser prohibida definitiva e irrevocablemente a través de un acuerdo internacional".
Por tercer día consecutivo, las protestas soviéticas contra la decisión de Estados Unidos de iniciar la fabricación de la bomba de neutrones llenaban ayer la mayor parte de las primeras páginas de los periódicos moscovitas.Los argumentos no diferían gran cosa de los utilizados ya desde el primer momento. Sólo el vespertino Izvestia avanzaba la afirmación de que Alemania Occidental será el primer país europeo que instale el arma neutrónica. Este mismo diario ponía también en guardia a los países productores de petróleo, afirmando que la bomba de neutrones puede facilitar a Washington el hacerse con el dominio de los pozos petrolíferos, exterminando a la población sin dañar los yacimientos.
La agencia Tass -cuyo servicio monopoliza prácticamente estos días las opiniones en contra de la decisión de Washington- afirmaba ayer que era necesario hacer entrar en razón a los "maníacos nucleares" norteamericanos.
Las advertencias a Europa sobre los peligros que ocasionaría la instalación del arma neutrónica siguen multiplicándose en todos los medios de comunicación soviéticos. Ayer, el conocido comentarista de la agencia Tass Yuri Kornilov afirmaba que el eventual uso de esta bomba en territorio europeo ocasionaría la muerte de gran número de sus habitantes, a pesar de que salvaría al territorio de una hipotética invasión soviética.
El martes por la noche se conocía una nueva propuesta soviética para el desarme. El ministro de Asuntos Exteriores, Andrei Grorniko, había dirigido una carta a las Naciones Unidas en la que proponía llegar a un acuerdo internacional para prohibir la instalación de cualquier tipo de armas en el espacio.
Esta propuesta de Grorniko -que podría ser discutida en la primera asamblea de la ONU, el próximo otoño- ya fue avanzada, el pasado mes de abril, en un discurso del líder soviético, Leónidas Breznev. Por aquel entonces, los medios de comunicación de la URSS habían insistido en el carácter supuestamente militar de los últimos experimentos espaciales norteamericanos y, especialmente, del lanzamiento de la nave Columbia.
Junto al tema de la bomba de neutrones, otra preocupante cuestión llenaba ayer las primeras páginas de los diarios soviéticos. Todos ellos publicaban una resolución del Comité Central de¡ Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) y del Gohierno de la URSS en la que se hace un llamamiento para aumentar la producción de los bienes de consumo durante los próximos cinco años.
Al final del actual plan quinquenal -que concluirá el 31 cle diciembre de 1985- se tendría que haber duplicado la producción de una serie de objetos de consumo, entre los que se incluyen los televisores en color, magnetófonos a casete, lavadoras, frigoríficos, videos y relojes de cuarzo.
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