Lengua catalana
Entre pueblos hermanos, una lengua no puede ser una frontera espiritual; antes al contrario: una lengua ha de ser un elemento natural que contribuya a la transmisión de la cultura. Por mi amor a Castilla y a Cataluña no firmaré manifiestos ni contramanifiestos, sólo fírmaré aquellos llamamientos que proclamen la hermandad sin privilegios entre todas las lenguas y culturas de España.Si existe un claro propósito por parte de los ciudadanos catalanes de aprender el idioma español, y sí existe una firme vocación por parte de los ciudadanos de Cataluña de aprender el idioma catalán, sobran los manifiestos y los contramanifiestos. La crispación, virulencia, diátribas e insultos del señor Barrera han irritado a los castellano hablantes de Cataluña. Sin embargo, muy por encima de los derechos lingüísticos están los deberes de la tolerancia, alma mater de la democracia. Los ciudadanos catalanes de seny y los ciudadanos de Cataluña de seso han de acertar a construir una sana convivencia que margine los radicalismos de uno y otro signo. Pues, de lo contrario, se creará un clima propicio para que las minorías barreristas y las minorías lerrouxistas acaben por capitalizar el ánimo de toda Cataluña. Y cuando las minorias pen dulares se apoderan del reloj de la historia, la historia se para en el caos, la angustia y la desesperación.
He creído siempre en una supra Cataluña bilingüe que por los espacios abiertos de Aragón, llegue a Castilla con una clara vocación atlántica e hispánica. El señor Losantos, el señor Sahagún, el señor Reinoso, el señor Trancón aunque sea, con la mejor de las voluntades, no deben promocionar una guerra de culturas (que, en definitiva, haría el juego al señor Barrera), han de promocionar una perfecta interfusión de culturas española y catalana, para que, al catalanizarse España y españolizarse Cataluña, podamos lograr una galaxia de pueblos, sancionada ya por el pensador mexicano Vaséoricelos como la «raza cósmica ».
