La meseta castellano-leonesa estuvo muy poblada en el Paleolítico

La meseta castellano-leonesa fue una zona muy poblada, en gran parte por gente muy imaginativa, durante el paleolítico inferior, según las investigaciones realizadas por el vallisoletano Miguel Martín Fernández de Velasco, quien ha encontrado numerosos utensilios en graveras de superficie reducida y situadas junto a las localidades de Trigueros del Valle, Cubillas de Santa Marta y Dueñas.

Las dos primeras pertenecen a Valladolid, y la tercera, a Palencia, y están ubicadas en un área que el investigador vallisoletano denomina «ombligo de la meseta». «Esta zona», señaló Miguel Martín, «no sólo no estuvo despoblada, sino muy pobláda, y además por un grupo étnico distinto del que vivió en la Europa no cubierta por los hielos e incluso al que pobló el resto de la Península Ibérica.Los utensilios hallados por Miguel Martín Fernández de Velasco parecen demostrar, según su descubridor, que el hombre que habitó en la meseta era un ser muy imaginativo. «Tallaba sus pedernales sin atenerse a otra norma que su propia imaginación. No se molestaba en preparar lascas para luego recortarlas y conseguir un bifaz o un buril, sino que cogía un canto rodado y, sin preocuparse demasiado de su contextura interior, hacía el útil con escasos golpes, y a veces con uno sólo. Los picos, hachuelas y raederas de aquí no tienen la perfección estética y técnica de los achelenses franceses o africanos.

Las piezas encontradas por Martín Fernández de Velasco en Trigueros, Cubillas, y Dueñas -hachas de sílex, cantos quebrados, cuchillos, hachuelas, raederas, etcétera, hasta un total de más de cincuenta utensilios- rompen moldes respecto a lo conocido hasta ahora. «Son cantos atípicos que cuesta verdadero trabajo, y a veces es imposible incluir en alguno de los 82 que señala el catedrático de Burdeos François Bordes, para la clasificación del paleolítico inferior y medio».