Washington "redescubre" la fuerza titánica de las esculturas de Rodin
Exposición antológica de su obra en la National Gallery
Con una imagen casi completa de la prolífera obra del escultor francés Auguste Rodin, la National Gallery, de Washington, presenta, hasta finales de enero de 1982, una exposición de escultura, fotografías y dibujos del artista considerado como el hombre que hizo la «transición » entre la escultura clásica y la moderna.
Unos 350 trabajos de Rodin han sido reunidos por los expertos de la National Gallery gracias a la aportación de catorce museos y colecciones privadas de Europa y Estados Unidos. Los responsables del Museo Rodin, de París, contribuyeron con gran parte de la exposición, junto con consejos técnicos para presentar al público norteamericano una retrospectiva titulada «Redescubra Rodin». Obras célebres, como Las puertas del infierno, El beso, Los burgueses de Calais, Adán, Eva, Hombre andando y Balzac, captan la atención de miles de visitantes que acuden a la National Gallery como etapa obligada en su peregrinaje veraniego a la capital federal de Estados Unidos.En un alarde de presentación, el museo washingtoniano, que cuenta con una considerable colección de obras de Rodin, sitúa la exposición en los orígenes de los salones de París. de los años setenta, el estudio de Rodin y sus discípulos, los mármoles de Rodin, la utilización de la fotografía en la obra de Rodin, la impresionante obra de Las puertas del infierno, las figuras parciales, las figuras en movimiento en Rodin y los principios de la escultura moderna.
Auguste Rodin nació en París en 1840. Vivió la mitad de su vida pobre y desconocido antes de conquistar la fama, marcar una era de escultura y morir como un artista ya célebre en 1917.
Después de hacer estudios de Bellas Artes en París, Rodin viajó a Italia, en 1877, para estudiar la época del Renacimiento y, en particular, la obra de Miguel Angel, del que decidió ser su sucesor.
Los críticos son unánimes en reconocer a Rodin una extraordinaria perfección en las formas de sus esculturas en mármol, bronce o terracota. El acabado de sus esculturas en mármol, en particular los bustos de mujer, son de una belleza inigualable.
En 1900, durante la Exposición Universal de París, Auguste Rodin vio consagrada su obra con la presentación de sus mejores esculturas. La famosa Las puertas del infierno, inspirada en la obra de Dante, lleva a extremos surrealistas la imaginación del escultor. Mezcla, en formas y volúmenes, personajes de la mitología clásica con santos cristianos y ciudadanos del París de la época.
Rodin fue el primer escultor en contar con la fotografía como arte capaz de auxiliarle en su capacidad creativa. Una impresionante colección, de los tiempos pioneros de la fotografía, acompaña la exposición de Rodin en Washington.
Muchos visitantes curiosos dan vueltas y más vueltas a la popular escultura El beso, propiedad del Museo de la Universidad de Stanford (California), para averiguar en la exposición de la National Gallery si los dos amantes inmortalizados por Rodin tienen o no los labios unidos por el bronce.
Los estudios en mármol, terracota, yeso o bronce de bustos, troncos, manos y pequeñas figuras en curiosos movimientos., completan la exposición de Rodin.
La escultura dedicada a Balzac, considerada por los críticos como «la mejor escultura del siglo XIX verdaderamente la mejor desde Miguel Angel, es otro de los atractivos predominantes de la exposición.
Como elemento clave en la transición entre el pasado y el modernismo del siglo XX, la retrospectiva de la obra de Rodin concluye con obras escultóricas de Pablo Picasso, Henry Matisse y Constantin Brancusi, entre otros.
El director de la National Gallery, J. Carter Brown, define a Rodin como «un titán de la historia del arte, con una titánica reputación en su tiempo, que sufrió por su propio éxito».
«Redescubra Rodin», es, sin duda la exposición del año 1981 para la National Gallery, a la espera de realizar, para la primavera de 1982, una exposición sobre la obra de El Greco.
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