Brandt confirma en Moscú que sigue abierta la puerta al diálogo sobre los euromisiles
El presidente del Partido Socialdemocráta alemán, Willy Brandt, tendió ayer el primer puente entre Este y Oeste desde que Ronald Reagan llegó a la Casa Blanca. Sus conversaciones en el Kremlin con el jefe del Estado soviético, Leónidas Breznev, han incrementado la esperanza en la distensión.
Uno de los motivos principales de la visita de Brandt a Moscú era ultimar detalles sobre el viaje, previsto para setiembre, de Breznev a Bonn. En este sentido, las cosas no parecen haber marchado muy aprisa. Ahora se comienza a manejar noviembre como el mes en que probablemente, el líder soviético se desplazará a Alemania Occidental.Ayer, en la cena en la que se reunieron ambos estadistas, el líder soviético rememoró, con cierta nostalgia, los tiempos anteriores en que se entrevistó con Brandt: aquellos años de finales de los sesenta y comienzos de los setenta, en los que se puso punto final a la guerra fría.
El viaje de Brandt a Moscú ha servido para confirmar que sigue abierta la posibilidad de diálogo en torno al tema de los euromisiles. En la primera conversación, de tres horas de duración, que ambos celebraron en el Kremlin, Brandt dijo a Breznev que Estados Unidos, estaba dispuesto a sentarse en la mesa de negociaciones antes de fin de año.
Según se ha podido saber ayer en Moscú, el líder socialista alemán aseguró a Breznev que Helmut Schmidt, durante su última visita a Washington, recibió de Ronald Reagan la confidencia de que estaba dispuesto a entablar negociaciones con la URSS sobre el desarme antes de que finalice este año.
La "solución cero"
Brandt expuso a Breznev la teoría alemana sobre la solución cero. Es decir: no se instalarán los euromisiles si antes se reduce el número de proyectiles soviéticos de alcance medio, SS-20, instalados en las regiones europeas de la URSS.
El discurso pronunciado ayer noche, durante la cena a la que invitó Breznev a Brandt, ha sido una de las intervenciones más moderadas del líder soviético en los últimos meses. El jefe del Estado de la URSS se limitó a afirmar que no había recibido respuesta de Washington sobre sus propuestas de distensión, pero evitó emplear cualquier duro calificativo contra Estados Unidos
"La URSS está dispuesta a suspender el despliegue de sus misiles de alcance medio en la parte europea de la URS S el día que comiencen las conversaciones sobre el fondo de este problema", declaró ayer solemnemente Breznev durante los brindis de la cena.
Medios cercanos al líder socialista alemán han calificado las conversaciones mantenidas en el Kremlin como "abiertas, confiadas y muy serias".
Las tres horas de diálogo entre Brandt y Breznev parecen haber dado mucho de sí. Ambos presentaron sus puntos de vista sobre Polonia, el nuevo Gobierno francés, la Conferencia de Madrid, Afganistán y el diálogo Norte-Sur.
Ayer noche sólo se pudieron conocer las posiciones expuestas sobre ambos en el último de estos temas. Brandt encontró a Breznev muy receptivo y "sorprendentemente interesado" en la cuestión del diálogo Norte-Sur. Los dirigentes soviéticos han prometido que un alto funcionario soviético" asistirá a la cumbre Norte-Sur que se celebrará, el próximo mes de octubre, en Cancún (México).
La conferencia Norte-Sur ofrece ciertas expectativas interesantes. Esta ciudad del Caribe mexicano podría ser el primer lugar de encuentro entre soviéticos y norteamericanos desde que Ronald Reagan llegó a la Casa Blanca. En México se espera que el propio presidente norteamericano acuda a la cita. El Kremlin -a pesar de ver en este movimiento una alternativa moderada a los no alineados- parece estar dispuesto a acudir con tal de encontrar pasillos en los que entablar diálogo.
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