El Gobienio Forlani puede caer hoy

El escándalo de la logia masónica P-2 podría producir hoy mismo una crisis de Gobierno en Italia. La tensión entre las fuerzas políticas es muy grande. El primer síntoma ha sido el rechazó del secretario general del partido socialista, Bettino Craxi, de participar en la cumbre convocada ayer tarde por el presidente del Gobierno, Arnaldo Forlani, con todos los secretarios de los cuatro partidos del actual centro-izquierda (democristianos, socialistas, republicanos y socialdemócratas).

Los comunistas han tapizado Roma de carteles en los que se pide la dimisión de Forlani. Se afirma que el país necesita, después de las revelaciones sobre el escándalo de la logia P-2, un cambio profundo.

Por su parte, la Democracia Cristiana ha lanzado un ultimátum: o este Gobierno se mantiene o se convocan elecciones anticipadas».

Los socialistas, que tienen a un ministro implicado en el escándalo, hubiesen preferido alargar la vida de este Gobierno a las importantes elecciones administrativas y regionales del mes próximo, sobre todo después del éxito de las fuerzas laicas en el referéndum a favor del aborto. Temen ahora que los comunistas, que no están involucrados en el escándalo de la masonería, puedan aprovechar esta ocasión para provocar ellos la crisis y apuntarse el tanto de la moralización del país.

Cambios profundos

Una de las hipótesis que más se barajan es que Craxi podría aprovechar esta ocasión para exprimir a la Democracia Cristiana, que es la fuerza política más salpicada por el escándalo, pidiendo un Gobierno con cambios profundos capitaneado por su partido. Pero para esto necesitaría el apoyo, por lo menos indirecto, de los comunistas. Una vez más, el partido de Craxi, paradójicamente, con sólo el 10% de los sufragios electorales, tiene la sartén por el mango, porque sin él no se puede hoy crear ningún Gobierno en el país.