Las obras de literatura dominan la producción editorial

La situación de la industria editorial en España parece mostrar una cierta tendencia a mejorar, si nos atenemos a las últimas cifras oficiales disponibles: durante los seis primeros meses de 1980 se editaron un total de 14.873 libros y folletos, frente a unas cifras totales de 23.595 y 24.735 correspondientes a los años 1978 y 1979, respectiva mente, según datos del Instituto Nacional de Estadística.Por materias concretas, el mayor número de publicaciones correspondió a las obras de literatura en los tres años, seguidas en 1978 por las de enseñanza y educación, historia y biografía, bellas artes, geografía y viajes, ciencias naturales, derecho e ingeniería. En segundo lugar figuraron, en los años 1979 y 1980, los libros de historia y las generalidades, seguidos respectivamente por los de religión, lingüística, ciencias naturales, filosofía, artes plásticas y educación, en 1979, y los de religión, idiomas y lingüística, filosofía, historia y biografía, en los seis primeros meses del pasado año.

En el capítulo de las exportaciones de libros, sector tradicionalmente próspero, pero que había sufrido un decrecimiento en términos reales en los últimos años, también parece haberse iniciado una recuperación; durante el año 1979, España exportó libros y revistas por valor de 23.478 millones de pesetas, de los que más de las dos terceras partes corresponden a Latinoamérica, seguido de Europa y otros países, y durante el período enero-agosto de 1980 los editores españoles exportaron libros por valor de 17.139 millones de pesetas.

Dos líbros al año

Hay que destacar el subsector del libro infantil y juvenil como uno de los que más se ha incrementado en el último año, aunque sin alcanzar todavía las cifras de 1977 (3.884 títulos). El número de traducciones alcanza cifras cercanas a los 7.000 títulos anuales, lo que supone, aproximadamente, uno de cada cuatro libros editados en España.

Los hábitos de lectura en España son muy bajos en comparación con otros países. Según la encuesta de la realidad cultural de España de 1978, el 64% de la población es pañola declara no leer nunca o prácticamente nunca. En cuanto a la posesión de libros, casi el 22% de los hogares no posee ninguno y el 16% de ellos tiene menos de seis; no se llegan a comprar dos libros por habitante y año. Otro indicador de lectura muy relacionado con los anteriores es la situación de las bibliotecas. En un volumen estadístico del año 1978 sobre las bibliotecas públicas provinciales se señalaba la impresión francamente desoladora que producía, la situación de estos centros, a partir de la insuficiencia de personal, las malas condiciones ambientales y la es casísima dotación presupuestaria. En el aspecto cuantitativo, nuestras cifras están muy lejos de alcanzar los mínimos recomendados por la Unesco para paises en vías de desarrollo; existen 1.400 bibliote cas públicas y sólo 179 biblioteca rios (según módulos de la Unesco, tendríamos que tener un mínimo de 6.000). Por otra parte, las cifras de asistencia a las bibliotecas no son más consoladoras: el 92% de los españoles no va nunca a uno de estos centros de consulta.