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Haig busca un consenso antisoviético con Israel y los países árabes

El freno a la penetración soviética en Oriente Próximo, mediante un consenso entre los países moderados de la zona -incluido Israel- y la venta de armamento a Arabia Saudí son los dos temas que dominan la gira del secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, que ayer por la tarde llegó a Amman, tras sus escalas en El Cairo y Jerusalén.El primer ministro de Israel, Menájem Beguin, sin embargo, no parece muy satisfecho de la visita de Haig. El secretario de Estado, es cierto, ha prometido la concesión de créditos suplementarios baratos para comprar nuevas armas y también ha reafirmado el compromiso de Washington de mantener la superioridad militar cualitativa de Israel en la región. Haig ha subrayo que la existencia y la seguridad del Estado hebreo siguen ocupando una posición central en la política de Estados Unidos.

Sin embargo, Haig ha hecho saber claramente a los dirigentes israelíes que la decisión de vender a Arabia Saudí los aviones F-15 y entregar los radares volantes Awac era irrevocable.

El éxito o el fracaso de esta gira, según los observadores, sólo podrá ser apreciado tras las escalas de Jordania y Arabia Saudí. El nuevo jefe de la diplomacia norteamericana recordó ayer en Jerusalén que el objetivo de la estrategia de Estados Unidos en Oriente Próximo era realizar «un consenso frente a la amenaza creciente del imperialismo soviético». Haig cuenta con El Cairo, Jerusalén, Amman y Ryad para levantar una muralla ante la URSS, ampliando los suministros de armas modernas a la zona. Pero al Gobierno Beguin parece preocuparle menos el peligro rojo que una Arabia Saudí modernamente armada.

Haig no se ha preocupado, demasiado por las cuestiones locales, como la autonomía de los territorios ocupados y la situación en Líbano. Es más: el secretario de Estado pidió a los israelíes que se abstengan de cualquier injerencia en los asuntos libaneses, precisamente en momentos en que los dirigentes de Jerusalén afirman que «no permanecerían impasibles ante una matanza de cristianos».

Con relación a la situación de Líbano, ayer se trasladó a Beirut el ministro de Asuntos Exteriores sirio, Abdel Halim Haddam, a petición del presidente libanés.

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