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A las doce de la noche de hoy abandonarán los pesqueros españoles los caladeros marroquíes y comunitarios

La mayor parte de la flota pesquera podría verse obligada a abandonar a las doce de la noche de hoy, si en las próximas horas no se produce algún acuerdo, los caladeros tradicionales de las costas de Marruecos y Sahara, de los países de la CEE y de Portugal. España continuaba negociando en la madrugada de hoy con Marruecos; en la tarde de ayer concluía sin acuerdo la primera fase ole las conversaciones con las autoridades de Lisboa, y en Bruselas se anunciaba para los días 4 y 5 de febrero la reanudación del diálogo pesquero hispano-comunitario.

En las distintas cofradías de pescadores afectadas se respiraba ayer un clima de pesimismo y crispación a la espera de que en el último momento se llegue a algún tipo de acuerdo, al menos provisional, que permita seguir faenando en alguna de las zonas, en litigio. Víctor Moro, ex subsecretario de Pesca, declaraba ayer a Faro de Vigo que «se hace necesario que el tema pesquero sea considerado al máximo nivel como un problema no sólo económico, sino también político». En caladeros foráneos pescamos dos tercios del millón y medio de toneladas que anualmente capturan nuestros barcos.

Persiste el desacuerdo con Marruecos

Las dificultades que han impedido hasta ahora la firma de la prórroga del acuerdo transitorio de pesca hispano-marroquí y de cooperación económica global entre los dos países no habían podido ser superadas ayer en el tercer día de esta segunda ronda de negociaciones, informa desde Rabat Domingo del Pino.

La flota española de pesca que faena en el banco sahariano y marroquí tendrá que abandonarlo antes de las veinticuatro horas de hoy, 31, si en esta mañana Marruecos no ha accedido a prorrogar el actual acuerdo transitorio.

Más de cinco reuniones privadas, y otras tantas con sus respectivas delegaciones, sostuvieron ayer los jefes negociadores, Carlos Robles Piquer y Abdelhak Tazi, sin que al finalizar las sesiones del día hubiesen podido rematar el acuerdo. La impresión general en ambas delegaciones es que habrá acuerdo, aunque éste no sea más que un intento de no abandonar la mesa de negociaciones con una ruptura.

Los puntos principales de desacuerdo giran en torno al tema esencial de la pesca: número de barcos, cantidades a pagar por España, restricciones a la pesca y otras numerosas contrapartidas exigidas por Marruecos.

Es muy probable también, aunque los negociadores españoles no lo creen así, que la dimisión del presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, incida en el ánimo de los negociadores marroquíes. Probablemente éstos no desearán ahora prorrogar el acuerdo de pesca en los plazos deseados por la parte española, y preferirán dejar márgenes que les permitan corregir el tiro a la luz del nuevo Gobierno que se forme en España y de sus proyecciones.

Desde su llegada, el miércoles, las delegaciones se dividieron en tres comisiones de trabajo: pesca, cooperación económica y financiera y cooperación agrícola.

En lo que a cooperación agrícola se refiere, las conversaciones habían concluido ya ayer satisfactoriamente y se había esbozado un proyecto de acuerdo, a integrar naturalmente en el convenio final si éste se firma, que prevé la cooperación de España en investigación agraria, lucha contra la erosión, investigación de especies, lucha contra parásitos, montaje de una estación para la producción y mejora genética del ganado caprino y colaboración del FORPPA para métodos de comercialización de la producción agrícola.

Coste de las licencias

De todas maneras, una de las exigencias marroquíes, aumentar el 50% de los costes de las licencias de pesca, ha parecido a los armadores excesiva e insoportable. El importe global de las primas pagadas por éstos por los 1.200 barcos que pescan en estas aguas, se eleva a 1.500 millones de pesetas anuales. El aumento exigido situaría esta cifra en 2.250 millones de pesetas.

La impresión en esta segunda vuelta de las negociaciones es que, aunque ambas partes han mantenido sus puntos de vista respectivos en relación con lo esencial, la delegación española estimaba que las contrapartidas que ha traído de Madrid a las exigencias marroquíes deberían ser capaces de desbloquear las actuales negociaciones. En cualquier caso, ninguna. de las dos delegaciones, y en particular la marroquí, tampoco en estos momentos de interinidad en España parecen desear una separación en ruptura, que colocaría a las relaciones hispano-marroquíes en un mal momento en una situación de ambigüedad política.

Ningún avance en el diálogo con Lisboa

La primera fase de las negociaciones pesqueras luso-españolas sobre las licencias a conceder en 1981 al abrigo del acuerdo bilateral terminó ayer sin acuerdo, informa Nicole Guardiola.

No se espera una solución inmediata, dadas las grandes diferencias existentes entre las propuestas oficiales españolas y portuguesas (Portugal no quiere ceder en su solicitud de una reducción sustancial del esfuerzo de capturas y, por tanto, del número de licencias a conceder).

Apenas iniciada la reunión, el jueves, y después de un aparente equívoco en relación a la hora del comienzo de la misma, se recibió en Lisboa la noticia de la dimisión del presidente Suárez.

Simultáneamente, el secretario de Estado portugués de la Pesca emprendió una serie de contactos con los sindicatos de pescadores y asociaciones de armadores portugueses para conocer su posición sobre éste y otros problemas del sector. Los armadores han solicitado del Gobierno que el período de descanso que sigue a la temporada de la sardina (febrero y marzo) sea aprovechado para adoptar medidas de fondo capaces de atenuar los problemas del sector. Los armadores portugueses piden, entre otras cosas, la reducción a mitad de precio del carburante (actualmente, de 25 pesetas).

Inminente respuesta de los armadores vascos

Los armadores vascos anunciarán hoy su postura en torno al desarrollo de las negociaciones para la renovación del acuerdo pesquero entre España y la Comunidad Económica Europea (CEE), y sobre la negativa de ésta a prorrogar el convenio de 1980 hasta que se alcance un nuevo compromiso, lo que obligará a paralizar la flota de altura de los puertos cantábricos desde el 31 de enero hasta el 10 de febrero, como mínimo, informa Victorino Ruiz.

En medios pesqueros se dejaba entrever ayer que el sector menos duro de la Comunidad ha pedido a los negociadores y a los armadores españoles una prueba de buena voluntad, que consistiría en mantenerse alejados durante los diez primeros días del mes próximo de los caladeros comunitarios, y permitir la libre circulación de las importaciones de pescado a la Península.

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