Gabriel García Márquez publica su novela "Crónica de una muerte anunciada"

Crónica de una muerte anunciada, la última novela de Gabriel García Márquez, aparecerá en librerías -publicada por Bruguera- a finales de abril, rompiendo de esta manera un silencio narrativo que ha durado casi ocho años. El escritor colombiano ha pasado por Madrid, en una breve estancia, procedente de Paris, donde ha permanecido varios meses antes de regresar definitivamente a Latinoamérica.

El lanzamiento de este libro será espectacular, pero no por el aparato publicitario que pueda rodear a su aparición, ni mucho menos, sino simple y sencillamente por las características de la edición misma.«La editorial quería hacer un lanzamiento publicitario por Prensa y televisión verdaderamente espectacular», dice García Márquez, « pero me negué. Les dije demagógicamente que el dinero del lanzamiento podría emplearse mejor en un descuento en el precio del libro, porque los que venden los libros son los lectores».

«Los libros no los venden los aparatos de publicidad», sigue el novelista, «y casi casi, ni los editores. Lo que un autor tiene que hacer para vender un libro debe hacerlo en la máquina de escribir. Luego quien lo promueve y lo vende de verdad es el lector, pues lo que suscita la venta de un libro es hablar de él con los amigos. Si no es así», prosigue, « es que algo falla».

Experiencia personal

La verdad es que la experiencia personal de García Márquez confirmó desde el principio esta teoría de la venta boca a boca de los libros. Tras largos años de trabajo como periodista y escritor, cuando la Editorial Sudamericana le aceptó el manuscrito de Cien años de soledad, el novelista casi les dio las gracias. «Y el éxito casi les puso al borde de la ruina, pues los lectores pedían más y más, y la editorial se descapitalizó durante algunos meses para atender los pedidos».

«Los problemas del libro son otros», dice García Márquez, que algo sabe del tema, pues se calcula que se han vendido hasta ahora veinte millones de ejemplares de sus libros, traducidos a más de treinta idiomas. «El libro es caro y suele ser difícil de encontrar. Pero si es barato, está en todas partes y sus lectores lo aconsejan, a ese libro no lo para nadie».

De Crónica de una muerte anunciada se van a publicar casi un millón de ejemplares, en cuatro ediciones, para toda el área hispánica. En España se editarán 250.000 ejemplares de tapa blanda, más baratos -aunque no exactamente en edición de bolsillo, sino cosidos, de calidad-, y otros 50.000 en tapa dura, ambas ediciones simultáneas. En otras tres ediciones, en México, para la zona central de América Latina en Colombia, para los países andinos, y en Argentina, para el Cono Sur, se completará esta tirada espectacular.

Se ha hablado de cifras astronómicas, de anticipos alucinantes: «Nunca he pedido dinero», dice el novelista, «sino condiciones de la edición. La demora en la publicación no ha sido porque yo pidiera anticipos astronómicos. El libro estaba escrito hace un afio pero hasta ahora no he tomado la decisión de publicarlo».

Romper la promesa

Gabriel García Márquez se refiere a la promesa que hizo a raíz del golpe de Estado en Chile que llevó al poder al general Pinochet El escritor prometió públicamente entonces que no publicaría nada más hasta que Pinochet no fuera derrocado. Pero ahora, como se ve va a romper su promesa.

«Yo estaba dispuesto a cumplir la promesa hasta el final», responde, «pero han sido los chilenos, los mismos escritores chilenos que viven en el interior del país, quienes vienen insistiendo en que publique desde hace más de un año. Su argumento es que en el momento en que tomé la decisión tenía una gran utilidad política, como en efecto la tuvo. Pero que la prolongación termina ya por ser negativa políticamente. Si este es el argumento de quienes conocen mejor que yo su situación, no puedo ser más chileno que los chilenos. Y de todas formas estoy seguro de que Pinochet no durará mucho tiempo en el poder y que durará mucho menos que mi libro».

¿Sucede este nuevo libro en Macondo? García Márquez sonríe: «Macondo es un estado de ánimo; el lector lo dirá. Se trata de una narración de 120 páginas sobre un episodio, un crimen atroz que se cometió en un pueblo colombiano hace treinta años. Siempre tuve el tema en la cabeza para escribir una novela o un reportaje. Como siempre,he pensado mucho sobre las relaciones entre literatura y periodismo, y he intentado hacer los dos; creo que esta vez lo he conseguido. Siempre se dice que para el autor el último libro es el mejor. Pero éste sí que lo es».

«La crítica siempre prefirió, entre mis obras, Cien años de soledad. Yo creo que el mejor es El coronel no tiene quien le escriba, y mi obsesión era derrotar al coronel con un libro igualmente corto y compacto. Y también he tardado en elegir editor, pues quería un editor que tuviera solvencia, para que el libro esté en todas partes y a precio asequible».

Se habla de anticipos editoriales muy importantes exigidos por el novelista colombiano. «Nunca he pedido nada. Lo único que quiero es que el libro sea de buena calidad, barato y que esté al alcance de todos». Se dice que Bruguera le ha ofrecido como adelanto una cantidad de ocho cifras, equivalente a los mejores premios literarios del mundo. Pero el escritor prefiere discutir las condiciones de la edición. Y se explana luego mucho sobre los editores.