Despedidos los 500 trabajadores de los servicios asistenciales de la OTP

Más de quinientos trabajadores de los servicios de enfermedad y accidentes de la Organización de Trabajos Portuarios (OTP) recibieron en los últimos días de diciembre notificaciones de despido, como consecuencia de la decisión del Ministerio de Trabajo de traspasar la asistencia sanitaria, que hasta ahora venía prestando este organismo, a los servicios generales de la Seguridad Social y del Instituto Social de la Marina (ISM).Según manifestó a EL PAIS López Fando, que sustituyó el pasado noviembre a Javier Angoloti en el cargo de delegado general de la OTP, organismo autónomo del Ministerio de Trabajo, las gestiones realizadas hasta el momento para que el personal despedido fuera integrado en la Seguridad Social no han dado ningún resultado. López Fando señaló, no obstante, que confiaba en que parte del personal, fundamentalmente el no sanitario, fuera integrado en las empresas con servicios asistenciales en los puertos.

Hasta el mes de junio del pasado año, la OTP actuaba en la gestión de enfermedad y accidentes como delegada del Instituto Social de la Marina, pasando a partir de esa fecha a tener consideración de empresa colaboradora. Según el actual delegado general de la OTP, la gestión resultaba deficitaria, y hasta entonces los déficit eran cubiertos por la Seguridad Social. Sin embargo, desde el momento en que pasó a ser entidad colaboradora, se exigió que la OTP fuera autosuficiente.

Desde que sé tomó esta decisión (finales de mayo de 1980 hasta el mes de octubre del mismo año), el déficit acumulado por este organismo alcanza la cota de, aproximadamente, 512 millones de pesetas. «Cantidades», señala López Fando, «que ya no se trataba de deudas a la Seguridad Social, sino a hospitales y clínicas privadas y a las que era preciso hacer frente».

A nivel anecdótico se recuerda incluso que hubo operaciones que hubieron de aplazarse ante la negativa de los facultativos a realizarlas mientras no se les abonaran las cantidades pendientes de anteriores asistencias.

Tras diversos contactos con Insalus, el ISM y la Seguridad Social se decide cesar en la colaboración a partir del 1 de enero de 1981. «Planteamos», asegura López Fando, «diversas alternativas encaminadas a mantener el puesto de trabajo de los empleados. Entre ellas, que la OTP siguiera colaborando con todos los controles que se estimasen necesarios y que los déficit fueran cubiertos por la SS».

Sin embargo, la Seguridad Social no acepta y traspasa la asistencia al ISM. Como consecuencia de esta decisión, la plantilla de los servicios de enfermedad de la OTP reciben una comunicación en los últimos días del año, en la que se les anuncia que, a partir del 1 de enero, dejará de prestar servicios por haber cesado la OTP en la colaboración de la asistencia sanitaria. En citada notificación, tras indicar que «la Seguridad Social no se subroga hasta el momento en las obligaciones que pudieran corresponderle», se aseguraba que se seguían gestiones, «con el fin de conseguir la continuidad en el empleo».

En este sentido, fuentes de los trabajadores afectados manifestaron a EL PAIS que, salvo López Fando, nadie parece tener especial interés en resolver su situación. Algunos de los trabajadores, con más de treinta años de servicio, señalaron que la OTP no había satisfecho hasta el mes de agosto pasado las cuotas de desempleo, por lo que su situación, en caso de acogerse al paro, resultaría problemática. Sin embargo, según han confirmado a este periódico en el citado organismo, se ha puesto al corriente el pago por ese concepto.

Por otra parte, el diputado socialista Ciriaco de Vicente tiene prevista para hoy una reunión con el secretario de Estado para la Seguridad Social, José Barea, en la que le expondrá la situación de los despedidos. Ciriaco de Vicente manifestó que la medida del Ministerio de Trabajo supone «un atraco navideño», y ha declarado la intención de apoyar por parte del PSOE las peticiones de los trabajadores, en el sentido de ser integrados en la Seguridad Social.