"El Gobierno no es demócrata ni cristiano ni tiene ningún apoyo social"

«El Gobierno que soporta el pueblo salvadoreño no es ni demócrata, ni cristiano, ni tiene ningún apoyo social. Si Estados Unidos dejara de sostenerlo hoy, ese Gobierno caería inmediatamente», declaró ayer a EL PAÍS Roberto Cuéllar, director ejecutivo del Socorro Jurídico del arzobispado de San Salvador y estrecho colaborador de Oscar Romero, el obispo asesinado el pasado marzo.Roberto Cuéllar insiste en la falta de apoyo del actual Gobierno, supuestamente representativo de una democracia cristiana que «sólo cuenta con nueve miembros. El resto, incluido los propios fundadores, están hoy integrados en el Frente Democrático Revolucionario. Yo soy testigo», añade, «de cómo Oscar Romero llamó traidores a ese grupúsculo que preside Duarte».

El director del Socorro Jurídico está en Madrid de camino hacia Ginebra, para presentar, a principios de febrero, ante la Comisión de Derechos Humanos, un amplio informe sobre las violaciones perpetradas por la actual Junta, en el que se contabilizan más de 12.000 asesinatos en 1980. La represión salvadoreña supera, en su opinión , las elevadas cotas de la dictadura somozista en Nicaragua: en el pasado año fueron asesinados, además del arzobispo de San Salvador, cuatro sacerdotes, cuatro religiosas y varios centenares de catequistas y colaboradores parroquiales. Se realizaron, según su informe, más de doscientas operaciones militares contra iglesias, y 150 maestros fueron asesinados. «Casi la totalidad de estas muertes», añade, «son de personas que jamás han alzado un arma. Expresaron simplemente su disconformidad con el Gobierno o su simpatía por las organizaciones populares».

El Socorro Jurídico está, según sus palabras, en condiciones de demostrar quiénes fueron los cinco militares salvadoreños directamente implicados en el asesinato de Oscar Romero. Napoleón Duarte, que manifestó públicamente que renunciaría de la Junta si no eran juzgados, «ahí está de presidente con uno de los asesinos como asesor».

A pesar de que, en su estimación, «el 80% de los combatientes de las organizaciones populares que han lanzado la ofensiva para derrocar al Gobierno son cristianos», no hay que olvidar el apoyo que la Junta encuentra entre la mayoría de obispos.

Para Roberto Cuéllar, el futuro de la insurrección depende de la actitud de Estados Unidos, cuya ayuda no ha cesado. El pasado 5 de diciembre salían de la zona del canal de Panamá cuatro aviones de transporte, dos C-130, un Electra y un DC-6, con un contingente de unos doscientos asesores militares. El último avión despegó a las 13.25 horas, y a las 16.00 horas el Gobierno estadounidense anunciaba el cese de la ayuda militar y económica. «Yo puedo afirmar que si no fuera por la valiente actitud que han tenido los obispos de Estados Unidos y grupos cristianos y religiosos de Norteamérica, El Salvador estaría ya borrado del mapa». Y junto al temor de una intensificación de la ayuda americana, Cuéllar pide que el Papa vaya a El Salvador, se entere de lo que allí ocurre para romper el silencio que cerca al pueblo salvadoreño.