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Finalizó ayer la primera fase de la Conferencia de Madrid

El ambiente de la última jornada de la primera fase de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) que se celebra en Madrid se enrareció ayer con la violenta requisitoria hecha por el jefe de la delegación norteamericana, Max Kampelman, contra la Unión Soviética, a quien acusó de violar los derechos humanos y ocupar Afganistán. El jefe de la delegación soviética, Leonid Illytchev, viceministro de Asuntos Exteriores, de su país, replicó acusando a su vez a Estados Unidos de haber querido imponer sus puntos de vista a Europa «multiplicando los esfuerzos para modificar el espíritu del Acta de Helsinki».

La primera fase de la Conferencia sobre la Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) terminó, sin embargo, con un resultado satisfactorio en tanto esta primera parte pudo desarrollarse plenamente, a pesar que ciertas delegaciones, como la británica, resaltaron en la sesión de clausura que «no se había adelantado un paso».La reunión de ayer terminó con doce intervenciones, una vez que el delegado-embajador polaco decidió no hacer uso de la palabra, porque ya ha planteado en sesiones anteriores los criterios de su Gobierno, según opinaron fuentes cercanas a las delegaciones de Europa deI Este.

Javier Rupérez, efe de la delegación española, Itervino ayer en la sesión plenaria para insistir en la propuesta presentada por España sobre el tema terrorista, propuesta copatrocinada por Canadá, Estados Unidos, Italia, Portugal, Gran Bretaña, Turquía y la República Federal de Alemania (RFA). En su intervención, el embajador español en la CSCE solicitó la aplicación del Acta de Helsinki en cuanto a la proclamación uno de sus principios que cada Estado signatario «se abstenga de prestar asistencia directa o indirecta a las actividades terroristas». En ete sentido se afirma que la posición política del Gobierno francés ha sido la de no entorpecer la propuesta española.

Resultado satisfactorio

Al final de esta primera fase encaminada a la presentación de las diversas propuestas, en base a las cuales deberá redactarse el documento final de la CSCE de Madrid, el resultado es satisfactorio en relación con la anterior Conferencia Europea de Belgrado. Satisfacción no tanto por los resultados previsibles, si es que los hubiera, sino por el tono empleado por las diversas delegaciones, que, a pesar de ser franco y a veces especialmente violento, no ha obligado a la cancelación de la CSCE de Madrid.En total se debatirán 83 propuestas a partiy del 27 de enero, fecha del comienzo de la segunda fase, donde se prevén dificultades adicionales» a causa de las tesis divergentes sobre algunos temas, como la distensión, el desarme o los derechos humanos.

Tales dificultades emanan de la propia estructura de la CSCE, cuyas decisiones deben ser consensuales y cada una de las 35 delegaciones participantes tienen el derecho a veto.

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España ha presentado un total de ocho propuestas, alguna individual y otras colectivamente, tanto con el bloque occidental como con países neutrales, Austria y Suiza, concretamente. Tales propuestas se refieren a la libertad de información, al cumplimiento de los derechos humanos, al terrorismo, a la necesidad de poner en marcha un grupo de expertos para el estudio del cumplimiento de los derechos humanos y las libertades fundamentales en los países firmantes a la emigración (ésta, conjuntamente con Portugal) y, finalmente, acerca del transporte mediterráneo.

El tema polaco ha estado también presente y, con toda probabilidad, lo seguirá estando durante la segunda fase.

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