La plana mayor de la disidencia soviética solicita una comisión internacional que aplique el Acta de Helsinki
La plana mayor de la disidencia soviética en el exilio se dio cita ayer en Madrid, en el seno de la denominada «conferencia paralela» europea para, en el transcurso de una conferencia de Prensa, leer una declaración sobre el progreso que deben conseguir los 35 Estados firmantes del Acta de Helsinki en materia de derechos humanos, con la creación de una comisión internacional que examine su aplicación.
Expertos en el estudio de la psiquiatría con fines políticos, como VIadimir Bukovski y Leónidas Pliucht -miembros de los grupos nacionales de aplicación de los acuerdos de Helsinki- la rusa Liudmilla Alexeyeva, el ucraniano Piotr Grigorenko, los defensores de los derechos del hombre. como Alexander Ginzburg y Edvard Kuznetsov y la pionera en la literatura clandestina (samizdat) Natalia Gorbaneskaya suscribieron un comunicado que a partir de ahora podría llamarse «la declaración disidente de Madrid».En él especifican que «el logro de las libertades civiles es un problema clave en la Unión Soviética y no es simplemente un acuerdo interno de la URSS».
Al referirse a la continua ayuda requerida a Occidente, los disidentes aseguran que «al pedir esa ayuda no contamos con la piedad o la caridad, sino con visión de futuro, pues tenemos una causa común, y los activistas de los derechos humanos estamos llevando a cabo la parte más dificil».
No ocultaron una velada crítica a «la timidez» con que los diplomáticos occidentales encararon la defensa de los derechos del hombre en la Unión Soviética, después de 1975, lo que propició, según los oponentes al régimen del Kremlin, « la ausencia de autocontrol soviético y la creciente confianza en sí misma de la URSS, que se manifestó de forma clara en la invasión de Afganistán».
Cuatro puntos destacan los disidentes para corregir la inercia de la política soviética en cuanto a derechos humanos, sobre la base de las negociaciones que los firmantes del Acta de Helsinki realicen en Madrid.
1. Una revisión del Acta Final, con la urgente petición de que sean liberados todos los miembros de los grupos Helsinki. En este punto se hace una mención especial a la liberación de Andrei Sajarov, Yuri Orlov y Anatoli Charanski, los tres privados, de una u otra manera, de libertad en la Unión Soviética.
2. Se solicita que se dedique la misma atención a la seguridad nacional y a los derechos humanos, puesto que ambos aspectos tienen una indestructible conexión según el Acta Final de Helsinki.
3. Consideran necesario la creación de una comisión internacional compuesta por representantes oficiales y privados de los signatarios del Acta de Helsinki para estudiar toda información de violación de derechos humanos en estos países. Referente a la URSS, se solicita que se acuda a los grupos Helsinki, oposición religiosa, e información de los diversos grupos nacionales de la URSS de defensa de los derechos humanos.
4. Creación asimismo de otra comisión internacional permanente, abierta a cualquier ciudadano, que pueda examinar los diversos casos de violaciones de derechos individuales.
Todas estas figuras señaladas de la oposición política al régimen soviético se ratificaron en su declaración simultánea a la Conferencia de Belgrado, en el sentido de la necesidad de mantener la distensión, pero «siempre que no se caiga en el chantaje de la URSS», que considera asuntos internos cualquier alusión a los derechos humanos en su territorio.
En la misma reunión estuvo presente la periodista polaca Bárbara Torunczyk representando al Comité de Autodefensa Obrera (KOR), que envió un informe especialmente redactado para la Conferencia de Madrid. El KOR estima que el avance sindical logrado en Polonia es positivo, pero agrega que sigue teniendo importancia la defensa de los derechos humanos,
Sobre el futuro de la situación polaca, Torunczyk se declaró, en conversación privada, optimista. «A pesar de la opinión de mis compañeros rusos, como Bukovski», dijo, «no creo que haya una intervención militar».
Por su parte, Piotr Griorenko, viejo disidente ucraniano, de 73 años y condecorado en su día con los mayores galardones militares de las URSS, manifestó también que ilos líderes soviéticos no podrán conceder demasiado a los polacos. Cuando Kania estuvo en Moscú, probablemente le dieron un plazo para arreglar el asunto ... »
Además, representantes de cincuenta organizaciones no gubernamentales, reconocidas por las Naciones Unidas, finalizarán hoy tres días de debates y análisis sobre el Acta de Helsinki. Sus trabajos, auspiciados por el Gobierno español y dirigidos por la. organización española de la ONU, examinaron durante tres días las posibilidades de desarrollo de la paz y la distensión europea, en «momentos graves, dado el desarrollo de la Conferencia de Madrid», según el secretario español, Francisco Noguero.
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