Optimismo ante la visita de Pérez-Llorca a Marruecos

La visita oficial a Marruecos del ministro español de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, tendrá lugar, con toda probabilidad, el próximo día 14, según fuentes marroquíes bien informadas. El ministro Pérez-Llorca había propuesto inicialmente el día 8 como fecha para su visita, pero tuvo que ser retrasada a petición de su homólogo marroquí, Mohamed Bucetta, que todavía hoy se encuentra en Nueva York.

Se confía que cuando llegue Pérez-Llorca a Rabat se hayan resuelto satisfactoriamente los problemas encontrados en la renovación de las licencias de pesca a los barcos españoles y las garantías solicitadas por los armadores, tema este que ha condicionado en los últimos catorce meses el conjunto de las relaciones hispano-marroquíes.A pesar de las apariencias negativas, las condiciones hoy para iniciar un relanzamiento de las relaciones entre los dos países, si Marruecos no presiona excesivamente para que España abandone su tradicional neutralidad en el conflicto del Sahara, son mejores que cuando los Reyes de España vinieron a Marruecos hace un año.

No es que este cambio responda a ninguna labor meritoria particular de las diplomacias respectivas, sino, por un lado, a una mayor confianza de Marruecos en el terreno militar en el Sahara, y, por otro, a la seguridad que suele dar tener en las manos algo de interés que ofrecer o rechazar al interlocutor español.

La firme actitud del Gobierno español contra los intentos de imponerle el reconocimiento del Polisario o la RASD bajo la presión de los secuestros de pescadores españoles ha sido ampliamente elogiada por la Prensa marroquí. En contra de todas las expectativas iniciales, el proyecto de enlace permanente fijo a través del estrecho de Gibraltar, al cual tanta importancia atribuye el rey Hassan II, no sólo no decayó desde que fuera propuesto durante la visita del rey Juan Carlos hace un año, sino que, al margen de las investigaciones técnicas ya iniciadas, más de trescientos expertos de ambos países se reunirán en Tánger a fines de este mes.

En el terreno de la pesca parece que pueda llegarse al entendimiento de que, si bien la mayoría de los apresamientos de pesqueros españoles por parte de Marruecos fueron técnicamente irreprochables, también es verdad que la Marina Real y el Gobierno marroquí han cometido incontables irregularidades, singularizadas por el Gobierno español a las autoridades de este país, con los pesqueros españoles.