_
_
_
_

Un producto típico del régimen militar

La Prensa argentina, directa o indirectamente manejada desde el poder, ha desarrollado en las últimas semanas una amplia campaña para presentar al general retirado Roberto Viola (56 años), designado para ocupar la jefatura del Estado a partir de marzo de 1981, como una persona de talante moderado y liberal. Se trata así de lograr una opinión favorable, tanto en el interior como fuera del país, al hombre encargado de articular el proceso de apertura política diseñado por los militares argentinos para los próximos cuatro años.En alguna forma, el carácter de Viola responde a aquellos enunciados. El hecho de que la Marina, que pasa por ser el estamento más duro e intransigente de las fuerzas armadas argentinas, se haya opuesto, hasta el final, al nombramiento de Roberto Viola como sucesor de Jorge R. Videla en la presidencia de la República, supone ya un cierto aval para el militar retirado. Debe recordarse, igualmente, que el sublevado general Luciano Meriéndez, que levantó en armas a su guarnición de Córdoba en septiembre de 1979, exigió la inmediata dimisión de Viola, a la sazón comandante en jefe del Ejército, por considerarle excesivamente blando en la lucha contra la subversión.

Más información
El general Roberto Viola, designado próximo presidente de Argentina

Todos estos planteamientos no pueden hacer olvidar que el general Roberto Viola es un típico producto de la filosofía militar que impuso su fuerza en marzo de 1976, tras el derrocamiento de María Estela Martínez de Perón. Horas después del golpe, Viola rechazó la presidencia de la Junta Militar y prefirió hacerse cargo de la jefatura del Estado Mayor del Ejército, de donde pasó a comandante en jefe de este arma. En todo momento ha sido un fiel delfin del general Videla, su más encendido patrocinador, y la única discrepancia que se les conoce es a propósito del modelo de desarrollo económico impuesto por el superministro de Economía, José Martínez de Hoz.

Roberto Viola cuenta, al parecer, con el visto bueno de Estados Unidos, que ven en su sentido político, calificado de muy agudo por los exegetas del sucesor de Videla, una alternativa.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_