La OTAN y el Pacto de Varsovia inician maniobras militares en las dos Alemanias

Hasta finales del presente mes, los dos Estados alemanes serán escenario de ejercicios tácticos militares, con los que el Pacto de Varsovia y la OTAN pretenden, según los políticos de ambos bloques que han interpretado el sentido de estas maniobras, demostrar su capacidad defensiva y su voluntad de diálogo a la búsqueda de un desarme efectivo. El enorme potencial puesto en juego y la coincidencia con la apertura de la sesión preparatoria de la Conferencia sobre Seguridad en Madrid, así como el anuncio de que en este mismo mes los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Soviética y de Estados Unidos reanudarán el diálogo sobre el desarme, son factores que otorgan un valor simbólico excepcional a las maniobras «Fraternidad Armada» (Pacto de Varsovia) y «Forja de Otoño 80» (OTAN).

Trescientos mil soldados occidentales, de ellos 170.000 en suelo de la República Federal de Alemania, desarrollan en estos momentos el ejercicio táctico de la Alianza Atlántica más importante de los últimos cinco años. Por primera vez desde que se constituyó la OTAN, la participación británica es considerable: 30.000 soldados, llegados expresamente al continente desde la isla. Estados Unidos también ha trasladado por aire y mar un contingente de 17.000, que integran en Tejas el llamado «programa de refuerzo de Alemania». Según se ha informado en el Ministerio de Defensa occidental, los franceses también participan en estas maniobras, pero con su propia planificación y únicamente en el sur de la PIFA. Es de notar que en esta ocasión faltan tropas belgas, «por carencia de medios económicos», según la disculpa presentada por el Ministerio de Defensa de Bruselas.No es la belga la única actitud «no cooperativa» entre los aliados europeos de la OTAN. Noruega, que busca evitar en lo posible aquellos signos que Moscú pudiese interpretar como provocación (no se olvide que Noruega es el único país de la OTAN que limita con la URSS), se ha negado a incluir una base naval, situada en el Norte, entre los escenarios de los ejercicios militares aliados. Los daneses, por su parte, han hecho economías y han destinado una parte significativa de su presupuesto para estas maniobras a mejorar sus efectivos nacionales. El núcleo de estas maniobras so sitúa en Guetersloh (Westfalia), y está formado por 90.000 soldado: británicos, norteamericanos y alemanes. El Automóvil Club alemán ha lanzado un llamamiento de alerta a la población civil para que acentúe su prudencia y supere sin daños graves daños el transcurso de las maniobras. El pasado año, los ejercicios de otoño de la OTAN significaron, según el Ministerio de Defensa, un aumento de los daños de la población civil respecto de 1978. Entonces se produjeron 81.000 reclamaciones de indemnización, por un total de 111 millones de marcos.

El equilibrio europeo

Frente a los 300.000 hombres que integran «Forja de Otoño 80» el Pacto de Varsovia moviliza unos 40.000, procedentes de la Unión Soviética, RDA, Polonia, Checoslovaquia, Hungría y Bulgaria. Rumanía sólo ha enviado su Estado Mayor. «Fraternidad Armada y, tiene como escenario la región germano oriental situada entre Dresde y la frontera polaca, en el extremo sureste de la RDA. Según el Instituto de Estudios Estratégicos de Londres, a pesar de que el Pacto de Varsovia no haya invitado esta vez a observadores occidentales, no existen indicios de que en «Fraternidad Armada» se hayan incluido ejercicios con armamento nuclear. Según el citado instituto, estas maniobras son las mayores realizadas por el pacto oriental en la RDA desde 1975.En ambas ceremonias de inauguración, el secretario general de la OTAN, Josef Luns, y el ministro alemán occidental de Defensa, Mans Apel, como el jefe del Partido Socialista Unificado de la RDA, Erich Honecker, han apelado a la necesidad de que el Este y el Oeste progresen en la búsqueda de un sistema de paz que convierta a Europa en un continente estable. Luns recordó una vez más la doble oferta de la OTAN en materia de cohetes de mediano alcance (rearme y negociación para el desarme, como conceptos inseparables) y reiteró que sin la RFA y su compromiso dentro de la OTAN no sería posible una defensa de Europa. El ministro Apel añadió a sus demandas de negociaciones y de paz una velada advertencia: la capacidad defensiva de Occidente demuestra que «no estarnos dispuestos a quedarnos en grandes discursos». Para el comandante en jefe de las fuerzas de la OTAN, general Bernhard Rogers, estas maniobras no son «una demostración de fuerza» ni se dirigen contra nadie, y señaló al tiempo que la Alianza no puede reducir su esfuerzo defensivo en estos años críticos. Honecker fijó como un objetivo primordial de las tropas del Pacto de Varsovia el de defender el socialismo e impedir que nuevamente pueda partir una guerra de suelo alemán. Potsdam, la ciudad en que se celebró el acto inaugural de las maniobras, simboliza también «la victoria sobre las hordas fascistas» al final del III Reich.