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Giscard d'Estaing suspende su viaje a Varsovia

El presidente francés, Valéry Giscard d'Estaing, no viajará a Polonia a finales del mes en curso, tal como lo habían previsto los Gobiernos de Varsovia y de París antes de la caída del ex primer secretar o del Partido Comunista polaco, Gerek. Las autoridades galas se manifiestan prudentes ante los acontecimientos que se vienen desarrollando en Polonia y, por su lado, la gran mayoría de la opinión. estima que lo ocurrido hasta el presente «no es más que el de la crisis».El ex primer secretario polaco era, para los franceses, el hombre de los países del Este que mejor conocía este país. Vivió en Francia, conoce perfectamente la lengua de Moliére, «ligaba» perfectamente con el nacionalismo francés que la V República, inventada por el general Charles de Gaulle, izó a la categoría de arma diplomática de «todo terreno». Ello explica que, desde 1975, Giscard y Gierek se entrevistaran media docena de veces. De Gaulle, en sus tiempos, ya viajó a Varsovia, y si no se atrevió a gritar « i Viva Polonia libre! » (como lo hizo en Quebec), dejó entrever sus intenciones en tal sentido. Giscard también creía que su amistad personal con Gierek más el nacionalismo de los polacos podían abrir una brecha seria en el bloque soviético. Esas ilusiones ya son un pasado cruel. Para finales de este mes de septiembre debían encon trarse de nuevo los dos hombres en Varsovia, pero ayer un portavoz del palacio del Elíseo declaró: «Ni hay fecha para elviaje, ni es posible afirmar si éste se realizará o no ».

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Análisis sobre "el fracaso del comunismo"

Los diversos órganos de información, sin las ataduras diplomáticas oficiales, multiplican sus análisis o especulaciones sobre «el fracaso del comunismo que, en última instancia, acaba solicitando las detestadas libertades formales». Incluso los comunistas franceses, en esta misión, matizan su interpretación del «caso» polaco. Ayer, el editorialista del órgano oficial del PCF, L'Humanité, se negaba a reconocer que las huelgas de las últimas semanas sean debidas «únicamente a la intervención de elementos antisocialistas». Los enviados especiales del mismo diario subrayan que «los logros del último decenio son considerables» pero, anotan igualmente, «la ausencia de toda reflexión crítica».

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