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La crisis político-social en Polonia

El Gobierno polaco adopta una postura más flexible para negociar con los huelguistas

El Gobierno polaco dio ayer síntomas de estar dispuesto a reconocer la representatividad del comité interempresarial de huelga que mantiene paralizada la actividad industrial del litoral báltico, en una de las crisis politico-sociales más importantes registradas en un país del bloque del Este desde el final de la segunda guerra mundial. La postura «dura» mantenida hasta ahora por las autoridades, negándose a negociar con el MKS y forzando el diálogo empresa por empresa, ha fracasado, como lo demuestra el cese del presidente del comité gubernamental encargado de la negociación, el viceprimer ministro Tadeusz Pyka. Su sustitución por el también viceprimer ministro Mieczyslaw Jagielski fue anunciada ayer escuetamente con la única explicación de que Pyka había sido llamado a Varsovia «a otras ocupaciones».

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La primera iniciativa de Jagielski, una personalidad discreta y respetada del Gobierno, ha sido hacer un gesto en dirección de los huelgui6tas. La comisión está dispuesta a acudir a las empresas en huelga para discutir con los comités elegidos por los obreros, en lugar de convocarlos, como hasta ahora, en la prefectura. En segundo lugar, serán examinadas cada una de las veintiuna peticiones de los huelguistas, incluidas las políticas. Algunas serán satisfechas inmediatamente, y las que no puedan serlo -explicó el nuevo negociador-, serán debatidas y se explicará por qué no pueden concederse.Fuentes seguras afirmaban anoche que el Gobierno está dispuesto a reconocer de hecho al comité conjunto de huelga y entablar negociaciones directas con el mismo.

Por otra parte, ayer continuaron las detenciones de disidentes miembros del Comité de Autodefensa Social (KOR), iniciadas en la tarde del miércoles. La reacción de solidaridad de los trabajadores con los detenidos, esperada por el Gobierno, no se ha producido de momento. El MKS ha hecho saber también que es un movimiento sindical y que no pretende entrar en el tema de la pertenencia a Polonia con el bloque socialistas cuando se discutan las reivindicaciones concretas. Estaríamos dispuestos ha dicho en privado un miembro del comité, ha hacer concesiones con tal de que nuestras veintiuna peticiones se discutan en profundidad.

Deteniefido a los disidentes sin provocar una reacción violenta de los huelguistas, las autoridades privan al KOR del beneficio de un eventual arreglo de la crisis. Al mismo tiempo, cortan el cordón umbilical de la Prensa extranjera, que recibía la mayor parte de su información, en Varsovia, del Comité de Autodefensa Social. De hecho, ayer era ya difícil conocer cuál era la situación en Szcezecin o en la siderúrgica Lenin de las afueras de Cracovia.

Extensión de la huelga

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Mientras tanto, la huelga continuaba ayer extendiéndose y se estimaba que 304 empresas están en paro. La huelga afecta a gran parte de los servicios públicos en la costa del Báltico, cuyas poblaciones están sin transporte y sólo reciben ¡os suministros de pan y leche. Las autoridades continúan insistiendo en las graves pérdidas económicas como consecuencia de la huelga Los rumores sobre la posibilidad de una huelga general de servicios públicos hoy en Varsovia no han podido ser confirmados.Una de las mayores incógnitas de la situación es el papel que puede jugar en la crisis la Iglesia católica polaca. Las autoridades han utilizado fragmentos de una homilía del cardenal primado de Polonia, Wyszinsky, que llamaba a los creyentes a la responsabilidad y al trabajo en orden. Estas frases han sido reproducidas por los periódicos y transmitidas por la radio y la televisión, que, sin embargo, han omitido otra en la que el cardenal hablaba de la «libertad de expresión».

La Iglesia católica anunció ayer su acuerdo con los huelguistas y su defensa de los derechos humanos después de una entrevista entre el obispo de Gdansk y el cardenal primado de Polonia.

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