La Unión Soviética acusa a Estados Unidos y China de tener un plan para invadir Afganistán
«Existe un plan de invasión del territorio afgano desde lugares diferentes, elaborado por consejeros chinos y norteamericanos», afirmaba el lunes la agencia oficial soviética Tass. Según esta agencia, la existencia de este proyecto ha sido confirmada por las declaraciones de algunos «bandidos» afganos que se encuentran actualmente encarcelados.
En un comentario titulado «Sobre una vía peligrosa», Tass acusa a Pekín de «extender su injerencia a los asuntos de Afganistán» y de haber transformado la frontera chino-afgana (de setenta kilómetros de longitud) en «lugar permanente de tensión ».Por su parte, el Komsomolskaia Pravda afirmaba ayer que la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán no disipará la tensión entre Este v Oeste. Según este periódico, Estados Unidos necesita el problema afgano para proseguir la carrera de armamentos.
Mientras en la URSS se hacían públicas estas posiciones oficiosas soviéticas, el Times de Londres publicaba ayer una crónica de su enviado especial en Kabul en la que se estimaba que la Unión Soviética tiene unos 110.000 soldados destacados en Afganistán.
Según el Times, los soviéticos envían «a Kabul todos los días dos docenas de aviones de la compañía civil Aeroflot cargados de tropas». La ciudad afgana de Bagram (a setenta kilómetros al norte de Kabul) es base, desde hace varios días, de la 104ª división paracaidista soviética. La URSS tiene ahora siete divisiones en Afganistán, es decir, dos más que en el mes de febrero.
El periodista del Times describe la llegada al aeropuerto de Kabul, el lunes pasado, de un avión de Aeroflot que llevaba las inscripiciones (escritas en inglés) de «Transporte oficial de los Juegos Olímpicos» y del que desembarcaban soldados soviéticos.
El periódico londinense precisa o que la Unión Soviética dispone de grandes helicópteros M- 18, que les permite concentrar tropas en zonas montañosas inaccesibles. Igualmente, el Times indica que mil soldados soviéticos han sido hospitalizados en Kabul solamente durante el mes de mayo, y que la quinta parte de ellos han muerto a causa de sus heridas.
Entre tanto, fuentes diplomáticas occidentales de Islamabad (Pakistán) afirman que prosiguen los enfrentamientos sangrientos entre las dos facciones del partido comunista afgano: la facción jalk (pueblo) y parcham (bandera).
Más de diez militantes de ambas tendencias son asesinados cada día después del 8 de junio, añade la misma fuente. En Kabul se habla de un posible golpe de Estado, e incluso se da el nombre del hipotético sucesor de Babrak Karmal: Hasadulah Sarwari, número tres del régimen.
Fuentes diplomáticas de Nueva Delhi, afirma la agencia France Presse, indicaban ayer que el presidente afgano, Babrak Karmal, había intentado suicidarse en su residencia oficial de Kabul el viernes pasado, y que logró salvar la vida gracias a la intervención de su cocinero, un soviético, que le arrebató el arma.
Los servicios oficiales de información afganos han atribuido a «un ejercicio militar» los disparos que se escucharon la pasada semana en varios lugares de la capital afgana y en la vecina localidad de Guidarra.
En cuatro ocasiones (del 7 al 15 de junio), los blindados soviéticos tomaron posiciones en el centro de Kabul. «En ningún momento abrieron fuego, y su alerta no ha sido explicada», afirman fuentes diplomáticas.
En conjunto, la situación en Afganistán sigue siendo tan tensa como en las semanas anteriores, pero los escasos observadores occidentales presentes en el país muestran a las claras su confusión y no aciertan a saber qué es lo que resulta más preocupante en la actual situación afgana: si los ataques de los rebeldes musulmanes o las sangrientas disensiones del partido comunista afgano.
Rumores de envenenamiento
Una cualificada fuente independiente ha revelado un nuevo caso de envenenamiento de estudiantes el 8 de junio. Trescientos cincuenta jóvenes habrían sido intoxicados en catorce escuelas de Kabul. Los responsables de. este envenenamiento (cuya identidad se ignora) habrían utilizado tres tipos de gases diferentes e, igualmente, habrían envenenado algunos ministerios.
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