Ataque frontal del presidente Carter contra la política exterior de la Unión Soviética
La Unión Soviética consolida actualmente su posición militar en Afganistán y espera utilizarla como base de penetración hacia otros países de la zona de Asia central, según palabras pronun ciadas ayer por el presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter ante el Consejo de Asuntos Mundiales en Filadelfia.
Carter trazó una panorámica de la posición actual de EE UU en política exterior, con un tono. calificado de duro por parte de los observadores. Confirmó la posición de firmeza que mantendrá Washington en el curso del primer encuentro de alto nivel, después de la invasión soviética de Afganistán, previsto para la semana próxima en Viena, entre Edmiind Muskie y Andrei Gromiko, responsables respectivos en materia de relaciones exteriores por parte de Washington y Moscú.«Al margen del acto de violencia contra Afganistán y su pueblo, las tropas del Ejército rojo consolidan sus posiciones para poder extender el imperialismo soviético en esta región vital», dijo Carter en Filadelfia. «Esto supone una amenaza para Pakistán e Irán, así como para otros países. Las agresiones soviéticas en Afganistán enfrentan al mundo entero con el desafío estratégico más serio, a largo plazo, desde que empezó la guerra fría», continuó el presidente de EE UU.
«Subestimar la magnitud de este desafio podría constituir un error histórico », precisó Carter en su firme alocución. Señaló la necesidad de una «acción común» en la región, necesaria no por el deseo beligerante de las naciones pacíficas, sino por la amenaza estratégica clara que supone la intervención militar soviética en Afganistán.
«Los soviéticos deben comprender que no pueden amenazar impunemente la paz mundial y, al mismo tiempo, aprovechar los beneficios de la cooperación con el Oeste», añadió Carter. Señaló, sin embargo, que es ímprescindible continuar el proceso de «distensión», pero, a partir de fundamentos firmes. Destacó el impacto sobre la opinión pública norteamericana por la invasión de Afganistán.
Amenaza para la soberanía del país
En relación con la situación de los 53 ciudadanos norteamericanos detenidos en Irán, Carter afirmó que «haremos todos los esfuerzos necesarios, utilizando medios pacíficos siempre y cuando sea posible, así como el apoyo de nuestros aliados para obtener la libertad de nuestros compatriotas». El presidente de EE UU repitió sus conceptos, según los cuales, la actual actitud del Gobierno iraní puede suponer una amenaza para la soberanía de su país, por la presencia de los soviéticos en Afganistán y por el aislamiento de Irán con su intransigencia para liberar los rehenes.
Antes de su viaje a Filadelfia, el primero con carácter político que realiza Carter desde el pasado 4 de noviembre, cuando los «estudiantes islámicos» ocuparon la embajada de EE UU en Teherán, el presidente asistió al acto funerario en memoria de los ocho soldados norteamericanos fallecidos en el curso de la operación de rescate llevada a cabo sin éxito por EE UU el pasado 26 de abril en Irán. En el cementerio de Arlington, en las cercanías de Washington, Carter no pudo contener sus lágrimas en el momento de los funerales.
«Nuestra tentativa de rescate era una tentativa de carácter humanitario, no un ataque militar. Su único objetivo era intenta r salvar las víctimas inocentes de una operación terrorista», declaró Carter en Filadelfia.
Como conclusión a su discurso, uno de los más duros de los últimos tiempos en materia de relaciones exteriores, el presidente Carter definió los cinco principales objetivos de la actual política exterior de EE UU. En primer lugar, habló de la necesidad de reforzar la solidaridad, no sólo económica, sino también política, entre las democracias de los países industrializados. En segundo término, definió el deseo de restablecer una relación de cooperación, «sincera y auténtica» con los países del Tercer Mundo. Como tercer punto, habló de la obligación de perseverar en los esfuerzos destinados a llevar la paz al Próximo Oriente y a otras regiones turbulentas del globo. La defensa de los intereses estratégicos norteamericanos, en particular en las zonas amenazadas, como el sureste asiático, fue el cuarto tema prioritario tratado por Carter. Por último, no olvidó la necesidad de avanzar en las negociaciones de control de armas, en particular a través de las conversaciones en curso, pero siempre a partir de una posición de firmeza ante la Unión Soviética.
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